“Este tifón llegó muy poco antes de las 07H00 (22H00 GMT del martes)” a la costa de la prefectura de Kagoshima, en las isla de Kyushu, a un millar de kilómetros al suroeste de Tokio, precisó un portavoz a la AFP. Antes de llegar el centro de este ciclón tropical, su periferia había vertido esta semana trombas de aguas en un perímetro muy amplio alrededor de Okinawa, en el centro del archipiélago, con vientos que superaban por momentos los 250 km/h.
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Antes de llegar el centro de este ciclón tropical, su periferia había vertido esta semana trombas de aguas en un perímetro muy amplio alrededor de Okinawa, en el centro del archipiélago, con vientos que superaban por momentos los 250 km/h.
Del suroeste al noreste de Japón, la práctica totalidad del país está concernido por advertencias o alertas de aguaceros, vientos violentos, olas gigantes y subida del nivel del mar.
Neoguri, que ha barrido la parte más meridional de Japón, distante varios centenares de kilómetros de las islas principales (Kyushu, Shikoku, Honshu, Hokkaido), ha dejado unos 40 heridos y causado indirectamente al menos cuatro muertes.
Desde hace 24 horas se ha debilitado un poco, pero sigue siendo una intemperie peligrosa, más en unos territorios fragillizados por las enormes cantidades de agua caída en unos pocos días.
Los corrimientos de tierras constituyen una amenaza en numerosas regiones donde los caudales de agua han sobrepasado con creces el nivel de alerta.
El tifón registraba la mañana del jueves vientos de unos 130 km/h y varias decenas de centímetros de lluvia deberían recubrir los suelos de las zonas atravesadas, advierte la agencia meteorológica.