“Comenzamos en las últimas 48 horas” a realizar ese tipo de vuelos, agregó el funcionario a la AFP pidiendo anonimato.
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Este funcionario precisó que los drones no tenían la misión de realizar operaciones ofensivas contra los insurgentes sunitas. Tales ataques necesitarían una autorización del presidente Barack Obama, quien no la ha dado hasta el momento.
La noticia llega después de que Estados Unidos desplegara en los últimos días 180 soldados como consejeros militares para ayudar al ejército del Gobierno iraquí ante el avance de los combatientes sunitas, que tomaron territorios en el norte y oeste de la capital.
Obama no ha descartado los ataques aéreos. Por el momento, las fuerzas estadounidenses se centran en medir el estado de las fuerzas armadas iraquíes y sus adversarios en el campo de batalla, de acuerdo con la Casa Blanca y el Pentágono.
Los asesores norteamericanos, traídos principalmente de las fuerzas de operaciones especiales, junto con las tropas enviadas para reforzar la seguridad de la embajada de Estados Unidos en Bagdad, elevan el número total de personal militar estadounidense en Irak a cerca de 500, dijeron las autoridades.
Los aviones robóticos armados se suman a otros aviones tripulados y no tripulados estadounidenses que están llevando a cabo unos 30-35 vuelos de vigilancia al día, ya que Washington intenta obtener una mejor panorámica de los acontecimientos sobre el terreno.
El esfuerzo de vigilancia incluye aviones de combate F-18 armados, que parten desde el portaaviones “George HW Bush” que se encuentra en el Golfo.