El gobierno de Ucrania aseguró este martes no temer una penuria tras el corte de suministro de gas de la petrolera rusa Gazprom, país del que quiere reducir la dependencia arrimándose a Europa.
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Ucrania calificó el corte de gas de “nueva agresión” contra el Estado, en momentos en que las autoridades se enfrentan a una violenta insurrección prorrusa en el este del país, lo que podría generar la instauración de una ley marcial en dos regiones separatistas.
Sin embargo, el director general del grupo ucraniano Naftogaz, Andrei Kobolev, asegura que este recorte no afectará a los consumidores.
“Creo que los consumidores no se verán de ninguna manera afectados”, declaró en entrevista a una televisión local. “Hay gas de reserva”, aseguró ante la posibilidad de que Naftogaz suministre gas a su país.
El lunes Rusia decidió cortar el suministro de gas a Ucrania luego que las negociaciones en cuanto a su precio fracasaran. Además, el país liderado por Vladimir Putin reclama una deuda no pagada por Kiev de 4.500 millones de dólares.
El plan de Ucrania consiste en implementar un “flujo invertido”. Mejor dicho, recibir parte del gas ruso que los países europeos importan y del cual casi la mitad del gas que Rusia exporta a Europa transita por territorio ucraniano.
“Pequeños volúmenes de flujos invertidos son insuficientes para suministrar gas a Ucrania, pero cuando haya mayores flujos, los suministros podrían ser del orden de 15.000 millones de m3. Este volumen es suficiente para suministrar en gas a Ucrania” aseguró Yatseniuk.
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El ministro ucraniano de Energía, Olena Michtchenko, junto al ministro de energía, Yuri Prodan y el director de Naftogaz viajarán este martes a Budapest (Hungría) para asistir al foro energético donde aprovecharán en pedirle a los europeos a que le cedan parte del gas ruso que importan.
Hasta el momento la Comisión Europea se mostró de acuerdo a la propuesta ucraniana y la consideró de “perfectamente legal”.