La escritora inglesa, que vive en Edimburgo desde hace 21 años y por lo tanto podrá votar al contrario que los escoceses que viven en Inglaterra o el extranjero, expuso en su página web www.jkrowling.com los motivos de la donación (1,6 millones de dólares, 1,2 millones de euros).
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“Por residencia, matrimonio, y por gratitud a todo lo que este país [Escocia] me ha dado, mi lealtad a Escocia es total, y con ese espíritu he escuchado en los últimos meses los argumentos y contrargumentos” sobre la secesión del Reino Unido.
“Mis dudas en abrazar la independencia no tienen que ver con la falta de fe en el notable pueblo de Escocia y sus logros. La simple verdad es que Escocia está sujeta a las mismas presiones del siglo XXI que el resto del mundo […] Cuanto más escucho a los partidarios del ‘sí’, más me preocupa la minimización e incluso la negación de los riesgos”.
“Cuando el Royal Bank of Scotland tuvo que ser salvado de la quiebra, pertenecer al Reino Unido nos salvó de la catástrofe económica”, escribió la autora, poniendo en duda que “el petróleo del mar del Norte, como nos dicen los de la campaña del ‘sí’, pueda sostener e incluso mejorar las condiciones de vida en Escocia”.
La saga de Harry Potter fue traducida a 73 idiomas y ha vendido 450 millones de copias en más de 200 países.
El gesto de la escritora podría anunciar una mayor implicación de las celebridades en el referéndum, una implicación hasta ahora más bien tímida.
El actor Sean Connery, “James Bond”, partidario de separarse del Reino Unido, y el cantante inglés David Bowie y el exentrenador de fútbol Alex Ferguson, escocés, ambos partidarios del “no”, eran hasta ahora las tres únicas grandes celebridades en dar a conocer su opinión sin matices.
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Rowling anticipó que su gesto podía ser mal recibido. “Sé que hay un puñado de nacionalistas a los que les gusta demonizar a cualquiera que no sea ciega e incuestionablemente partidario de la independencia, y sospecho que […] me considerarán ‘insuficientemente escocesa’ para tener una opinión válida”.
Las reacciones al anuncio de Rowling se sucedieron.
En la cuenta en twitter de Dignity Project, una organización no gubernamental con sede en Edimburgo, se podía leer: “Que zorra, después de que le dimos cobijo en nuestra ciudad cuando era una madre soltera”.
Dignity Project se excusó luego diciendo que su cuenta en la red social había sido pirateada, pero la entidad del gobierno regional escocés que controla a las organizaciones caritativas dijo que iba a investigar el tuit.
La oficina del primer ministro británico, David Cameron, criticó el tono de las reacciones en las redes sociales. Un portavoz recordó “que no hay lugar para conductas abusivas en ningún ámbito de la vida”.
Un portavoz de la campaña “Yes Scotland”, a favor de la independencia, expresó respeto a la escritora. “Aunque estamos en desacuerdo con su opinión, respetamos absolutamente a J.K Rowling, su derecho a expresar su opinión sobre el referéndum y su donativo a la campaña del ‘no’”.
En su largo texto, Rowling explica que dio 10 millones de libras para crear una clínica en la Universidad de Edimburgo dedicada a la esclerosis múltiple y le alarmó que, al poco tiempo, las cinco escuelas de medicina escocesas publicaron una carta abierta expresando su temor a que la independencia limite los recursos para la investigación.
De todos modos, prosiguió la escritora, “cualquiera que sea el resultado del referéndum del 18 de setiembre, espero que sea un gran éxito”.
“Sólo espero, con todo mi corazón, que nunca tengamos que echar la vista atrás y admitir que cometimos un error histórico”.