“Volvemos al trabajo ahora, pero tendremos una nueva asamblea el 11 (miércoles) por la tarde. Si retomamos o no la huelga el 12 (cuando comienza el Mundial) dependerá de la reintegración de los (42) trabajadores despedidos (por la medida de fuerza)”, dijo el presidente del sindicato de trabajadores del metro de Sao Paulo, Altino Melo dos Prazeres.
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Los trabajadores volvieron inmediatamente a trabajar, “por respeto al pueblo de Sao Paulo”, aseguró el dirigente.
Esta ciudad de 20 millones de habitantes es la sede del partido inaugural de la Copa del Mundo, donde unos 61.000 hinchas asistirán al estadio Arena Corinthians, aún en obras, y en donde el metro, que transporta diariamente a 4,5 millones de personas, es esencial para llegar.
Doce jefes de Estado y de gobierno, además del secretario general de la ONU Ban Ki-moon, confirmaron también su asistencia.
La medida de fuerza en demanda de un incremento salarial, fue declarada ilegal por la justicia, que además impuso fuertes multas al sindicato, mientras que el gobernador del Estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, había advertido que quien no regresara al trabajo podría perder su empleo, lo que finalmente ocurrió.
Ante ello, el sindicato exigió la reposición de los despedidos, lo que estableció como condición para no retomar la huelga.
“Si el gobierno reintegra a nuestros 42 compañeros, no tendremos huelga el día 13”, aseguró Melo dos Prazeres.
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El dirigente admitió que aprovecharon la cercanía de la Copa para plantear sus reclamos salariales.
“Soy fan de Neymar (crack de la selección brasileña) y voy a apoyar a la selección. Pero vemos que hay dinero para la Copa pero no para los trabajadores, Claro que vemos en que la Copa una presión extra para las autoridades”, sostuvo el líder sindical.