El niño reconoció “haber prendido fuego con cerillas” a un coche de bebé en un local del primer piso de un vetusto edificio de Aubervilliers, una comuna popular al norte de París.
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El fuego se propagó rápidamente por las escaleras del edificio llegando hasta el techo.
Su hermanito de 10 años confirmó sus declaraciones, pero se mostró “evasivo acerca del propio papel que él jugó”, declaró a la AFP un portavoz de la fiscalía de Bobigny.
Dos mujeres, de 30 y 40 años, una de las cuales estaba encinta, perecieron al saltar del edificio para escapar a las llamas. El incendio también causó cuatro heridos de gravedad.