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Nunca lo ocultes Si te sientes frustrado por no haber ingresado, nunca lo ocultes y mucho menos a tus padres. En este tipo de casos, siempre hay que decir la verdad y nunca quedarse con esta responsabilidad tan pesada. No tengas miedo, ellos entenderán.
Nunca lo veas como un fracaso Muchos jóvenes tienen la idea errada que el hecho de no ingresar a la universidad puede ser un fracaso en su vida. En ese caso los nervios no deben invadirte, sino todo lo contrario. Esta podría ser una buena oportunidad para hacer mejor las cosas y que la segunda sea mejor.
No te fijes en el resto El hecho de que tus amigos ya estén en la universidad no significa un fracaso, sino es una oportunidad para superarte y demostrarles que tú también puedes hacerlo.
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Analiza los errores Después de recibir los resultados, analiza los errores y date un tiempo para volver a resolver el mismo examen. Esta técnica te ayudará bastante para tener claras las bases de esta prueba.
Distrae tu mente Pero no todo tiene que ser estudio, también es importante relajarse un poco para evitar el stress. Eso sí, tiene que ser medido para no descuidar los estudios.
Estar atentos Para dar un gran examen de admisión hay que tener todo bien preparado. Es importante saber de antemano cuáles son las fechas, los horarios y todos los materiales que hay que llevar. Además, siempre es bueno llevar una agenda o libreta de apuntes para llevar las cosas claras.
Trabajo momentáneo Una alternativa para mantenerse activos son los trabajos a medio tiempo. En paralelo a los estudios, los jóvenes pueden optar por distraer la mente en un oficio productivo que ayude a solventar otros gastos.
