Las armas estaban ocultas en varias “caletas” o depósitos acondicionados a manera de fosas en un perímetro de alrededor de un kilómetro, en esta zona caracterizada por su aridez y donde no se observan viviendas u otras construcciones. No se encontró a ninguna persona en el lugar.
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Además de las armas, se descubrieron y decomisaron bastidores utilizados en las prácticas de tiro, lo que indicaría que la zona era utilizada como centro de entrenamiento por los presuntos delincuentes.
En este operativo, que aún continúa, participa personal policial de la Dirección Ejecutiva de Fuerzas Especiales, Dirección contra las Invasiones de Terrenos, Sub Unidad de Acciones Tácticas (SUAT), Dirección de Inteligencia, División de Criminalística. También cuentan con el apoyo de personal de las comisarías de Punta Hermosa y Lurín.