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1.- Caños sin goteras Lo habrás escuchado hasta la saciedad, pero nunca olvides cerrar bien los caños. El goteo de un caño puede gastar hasta 30 litros al día, es decir, más de 10.000 litros al año. Por ello, es importante que en casa hagamos un mantenimiento periódico de las tuberías para no perder agua inútilmente.
2.- Un lavado de auto ecológico Desde un punto medioambiental, la mejor opción es lavar el auto como antes: con un balde y un trapo. Puede resultar tedioso y poco práctico, pero el agua que se desperdicia con la manguera y baldeando puede ser de hasta 120 litros por hora.
3.- La clave para regar el jardín Es importante darles agua a las plantas, pero hay que hacerlo con criterio. En verano, es suficiente que las riegues dejando un día. Y en invierno, solo una vez por semana.
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4.- Cuidado con lo que botas por el caño Hay que ser cuidadosos con lo que botamos en las tuberías. Hay sustancias que pueden dañar mucho el medio ambiente. Un litro de aceite, de cocina por ejemplo, contamina hasta un millón de litros de agua, según el Minam. Mejor almacena el aceite que no usas y llévalo al Laboratorio de Energías Renovables de la Universidad Nacional Agraria de La Molina, donde lo transforman en biodiésel.
5.- Ropa limpia pero con poca agua Una lavadora convencional puede gastar hasta 200 litros de agua por cada carga de ropa. Por ello, aconsejamos usarla solo cuando esté llena. Otra opción es comprar lavadoras ahorradoras de agua. Si bien son algo más caras, a la larga saldrás ganando tú y el planeta.
6.- Bien limpios y ahorrativos Para lavarte los dientes, usa mejor un vaso en vez de dejar que el agua corra por el caño. Recuerda que por cada 5 minutos de fuga de agua se pierden hasta 10 litros. Y si te duchas, cierra el caño cuando te enjabones.
7.- Ahorra también en la cocina Muchas personas se valen del agua corriente para descongelar sus alimentos. Para no gastar este elemento, mejor sácalos de la refri el día anterior. Y si es muy urgente, usa el microondas. Estos aparatos tienen una función especial para este fin.
8.- No botes el agua hervida El agua que usas para sancochar algunos alimentos puedes reutilizarla, por ejemplo, para limpiar los pisos. Y si sancochas huevos, no botes el agua que sobra. La cáscara bota nutrientes que pueden servir para regar las plantas.
Fuente: Sedapal y Ministerio del Ambiente