El convenio entre el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba y la Finca Vigía Foundation de Estados Unidos, originalmente suscrito en 2002, ha permitido la preservación y digitalización de unos 15.000 documentos del escritor, quien vivió durante dos décadas en la isla.
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La renovación, que será suscrita el martes, permitirá la “preservación del legado de Ernest Hemingway que hemos atesorado”, dijo la jefa de la institución cubana, Gladys Collazo, durante una visita de una delegación estadounidense encabezada por el legislador James C. McGovern, a la Finca Vigía, la casa de Hemingway en La Habana, convertida en museo.
McGovern, demócrata por Massachusetts (noreste), destacó que el expresidente Fidel Castro (1959-2006) apoyó desde el inicio este convenio, que constituye una de las escasas formas de colaboración entre dos países separados por causas políticas desde hace medio siglo.
“Este es un proyecto conducido por Cuba que nosotros apoyamos. Hemos tenido enormes progresos”, dijo McGovern en una ceremonia efectuada en la terraza de la Finca Vigía, situada en el suburbio de San Francisco de Paula, en el sur de La Habana.
Este convenio ha permitido la conservación y digitalización de más de 15.000 documentos de Hemingway, incluido el telegrama de la Academia Sueca anunciándole el Premio Nobel de Literatura de 1954, que pueden ser consultados por investigadores en la Biblioteca John F. Kennedy de Boston, Massachusetts.
McGovern destacó que Castro y el entonces presidente estadounidense John F. Kennedy tuvieron múltiples desencuentros, pero en lo único que lograron ponerse de acuerdo fue en la necesidad de preservar el patrimonio del escritor en Cuba, poco después de que éste se suicidara en Idaho (oeste de EEUU), el 2 de julio de 1961.
Producto de este inusual entendimiento entre Kennedy y Castro poco después de la invasión anticastrista respaldada por la CIA en Bahía de Cochinos, la viuda del escritor, Mary, pudo viajar a La Habana a recoger algunas de sus pertenencias, dijo el legislador.
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– “En yate perseguía submarinos alemanes” –
Hemingway vivió en Cuba de 1939 a 1960 y escribió en la isla algunas de sus más conocidas obras, como “El viejo y el mar”. Su Finca Vigía, donada a Cuba por sus herederos, se convirtió en un museo, que es visitado cada año por miles de turistas.
El museo guarda una valiosa colección de 23.000 piezas, entre las que se incluyen documentos originales y obras de arte, armas, trofeos de caza, muebles, equipos eléctricos y mecánicos, ropa y objetos de decoración.
La delegación estadounidense la integra también Jenny Phillips, presidenta de la Finca Vigía Foundation y nieta de Maxwell Perkins, editor y amigo de Hemingway, que conduce este inusual convenio de cooperación, en que participan profesionales de ambos países.
Phillips y Collazo firmarán el martes los documentos de renovación del convenio.
Se estima que todavía hay unos 6.000 documentos que deben ser digitalizados, según funcionarios cubanos.
Inicialmente dedicado a la preservación de documentos, el convenio se ha extendido a la restauración y conservación de la casa y de otros bienes del escritor, incluido su yate “Pilar”, que se exhibe en el jardín de la casa, cerca de la piscina y de las tumbas de los cuatro perros del escritor: Black, Negrita, Linda y Nerón.
Durante un recorrido por la propiedad, la directora del museo de Finca Vigía, Ada Rosa Alfonso, contó a los visitantes estadounidenses anécdotas poco conocidas del escritor en Cuba, como las incursiones que hacía en su yate en 1942 y 1943 para detectar submarinos de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
“El artilló su barco y tenía medios de comunicación cifrada en coordinación con la embajada de Estados Unidos en La Habana y persiguió a los submarinos alemanes que venían a abastecerse en la costa norte de Cuba. Era una aventura peligrosa”, contó Alfonso.
El proceso de restauración y digitalización de este legado comenzó en 2002, cuando en presencia de Fidel Castro y McGovern se firmó el acuerdo de colaboración entre el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba y el Social Science Research Council de Estados Unidos.
La cooperación se mantuvo luego con la Finca Vigía Foundation, creada en Estados Unidos en 2004 por Jenny Phillips.