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España: 10 años del peor atentado terrorista de su historia

hj5o5wan6nbojo556kuhmdtnja.jpg publimetro.pe (JAVIER SORIANO/AFP)

“Hoy se cumplen diez años del mayor atentado terrorista de la historia de Europa”, subrayó Angeles Pedraza, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, durante un homenaje en el madrileño parque del Retiro, cerca de la estación, Atocha, a la que se dirigían los trenes repletos de obreros y estudiantes que hacia las 07H40 de aquel día volaron por los aires.

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“Los relojes de todos los que sufrimos aquello siguen parándose cada mañana”, “con el mismo miedo, con la misma sensación de angustia y pánico”, agregó Pedraza, que perdió a su hija Miryam, de 25 años. “Ese día queda para siempre marcado a fuego en nuestros corazones”.

Se soltaron al cielo 191 globos blancos y cada uno de los presentes, encabezados por numerosos representantes de los gobiernos nacional y regional, recorrió en silencio el camino hacia el Bosque del Recuerdo, para depositar margaritas blancas sobre los cipreses plantados allí en honor de las víctimas.

Mientras tanto, cuatro adolescentes recitaban los nombres de los fallecidos ante cientos de asistentes, entre ellos bomberos, policías y voluntarios que trabajaron el día de la tragedia.

“Cada fallecido es un proyecto vital, un parto ilusionado, una adolescencia conflictiva, un cúmulo de ilusiones, de afectos, de amores y luchas. Vidas repletas y ahora truncadas, pero vivos en nosotros y en vosotros mientras las recordeis”, dijo más tarde Pilar Majón, presidenta de la asociación 11M Afectados por el Terrorismo, en otra ceremonia en Atocha.

Poco antes, en la catedral de La Almudena, una misa solemne con la presencia del rey Juan Carlos, la reina Sofía y el jefe del gobierno Mariano Rajoy, reunió a un millar de personas en torno al trágico recuerdo.

Bombas en hora punta

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Las diez bombas estallaron casi simultáneamente en plena hora punta en las estaciones de Santa Eugenia, El Pozo, la entrada de Atocha y esa misma estación, en pleno centro de la capital.

“Mi mujer oyó una explosión. Cuando me levanté, abrí la ventana y ví a la gente andando por las vías del tren. Pero iban andando como si fueran automátas. Iban como zombies”, recordaba Evaristo Ruiz, de 47 años, un vecino de Atocha, frente al lugar donde algunas personas habían dejado flores cerca de unas vías que se habían cubierto de cadáveres.

“Había trozos de carne, un corazón, parte de un pecho. Yo que nunca había visto un cadáver antes, me ha marcado de por vida. Yo podía haber sido una de ellos”, reconocía tras la ceremonia de Atocha Isabel Hernando, de 52 años, que se encontraba en el tren atacado en El Pozo.

Diez años después, cientos de víctimas siguen traumatizadas por el recuerdo.

El lunes, 365 de ellas fueron condecoradas en una ceremonia en el Teatro Real de Madrid. Entre ellos, la brasileña Adeniria Moreira, de 48 años, que, conmocionada en El Pozo, perdió el bebé que esperaba.

Con la mirada oculta tras unas gafas de sol, este martes lucía orgullosa su medalla en el Retiro y lamentaba que se hubiese reservado a los políticos el lugar de honor en acto. “Solo han venido a hacerse la foto”, lanzaba.

Aunque la misma noche del ataque un grupo afín a Al Qaeda reivindicó la acción, el gobierno conservador de José María Aznar había acusado desde un primer momento a ETA.

La obstinación del ejecutivo en apuntar a la organización armada independentista vasca contribuyó a la derrota del Partido Popular de Aznar, con Rajoy de candidato, en las legislativas del 14 de marzo que llevaron al poder al socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras un largo proceso judicial y apelaciones en el Tribunal Supremo, 18 personas fueron condenadas por el 11M, con dos penas récord de casi 43.000 años de cárcel.

Sin embargo, rodeados por la policía el 3 de abril de 2004, los considerados siete principales autores del ataque se hicieron estallar con explosivos, en un apartamento de Leganés, en las afueras de Madrid.

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