Amnistía Internacional lanzó la campaña Mi cuerpo, mis derechos con el objetivo de animar a los jóvenes del mundo a conocer y exigir su derecho a tomar decisiones sobre su salud, su cuerpo, su sexualidad y su reproducción sin control del Estado, temor, coacción ni discriminación.
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“Los Estados deben tomar medidas positivas, lo que implica no sólo anular las leyes opresivas, sino también promover y proteger los derechos sexuales y reproductivos; proporcionar información, educación y servicios, y poner fin a la impunidad de la violencia sexual”, señala Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.
A nivel regional, Amnistía Internacional advierte que las persistentes desigualdades sociales y de género son las principales causas de las alarmantes violaciones a los derechos sexuales y reproductivos. La mortalidad materna prevenible, infecciones de transmisión sexual, incluida la persistencia de VIH en jóvenes, así como la falta de respuesta a las necesidades de planificación familiar, son los problemas más comunes en las poblaciones más necesitadas.
Por su parte, Perú Amnistía Internacional se ha sumado al reclamo de miles de mujeres campesinas que afirman haber sido esterilizadas de manera forzosa durante la década de los años noventa. El objetivo es la revisión de la decisión de archivar estas denuncias, en el marco de la campaña Mi cuerpo, mis derechos.