Aparentemente son gratis; pero, en realidad, los juegos para smartphones como Candy Crush Saga, Angry Birds o Clash of Clans incitan a pagar a los usuarios una vez que están enganchados con el juego.
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Estos juegos denominados freemium, porque combinan la gratuidad con opciones de pago, se han convertido en una fuente de ingresos considerable para los programadores de aplicaciones; pero hay que tener cuidado con la adicción que provocan, sobre todo entre los más jóvenes, explican varios expertos en el Congreso Mundial de la Telefonía Móvil (MWC 2014) que se realiza actualmente en Barcelona.
Obtener vidas suplementarias, comprar monedas virtuales o simplemente seguir jugando unos minutos más, cualquier pretexto es bueno para desembolsar algunos dólares.
Este tipo de compras ha hecho subir más de un 60% los gastos en juegos para móviles en el 2013, llegando hasta los 16.500 millones de dólares, según la consultora IHS. ‘Lo que hemos hecho es integrar mejor en el juego las habilidades de marketing y de venta’, explicó Nicholas Lovell, autor del libro The curve (‘La curva’), sobre las maneras de ganar dinero en un mundo digital lleno de contenidos gratuitos.
Cada mes, se estima que al menos uno de cada 20 jugadores de apps freemium hace una compra para estos juegos, afirmó Lovell.
