Un número de danza de una adolescente que dio vueltas sobre sí misma durante las cuatro horas de la gala televisada del Año Nuevo chino ha levantado una polémica en el país, donde muchos criticaron un espectáculo “cruel”.
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El baile de Wei Caiqi, de 15 años, quería simbolizar las revoluciones del tiempo en esta tradicional emisión de la televisión pública china, que el jueves por la noche tuvo una audiencia récord.
Durante cuatro horas y en directo, y a un ritmo que se iba acelerando a medida que se acercaba la medianoche, la joven Wei estuvo dando vueltas como un trompo, vestida de un elegante traje largo.
Con la entrada del país en el Año del Caballo, muchos chinos saludaron la proeza de la bailarina, aunque otros miles se indignaron con un espectáculo que les pareció “inhumano” e “inútil”.
La controversia se ha extendido a las redes sociales, caja de resonancia de la opinión pública china.
“¿Cómo calificar esto con otro término que no sea el de crueldad?”, escribe un usuario llamado Laolaolaoqi. “Para mí, el sentimiento de asco anula la apreciación estética”, añade.
“¿Puede alguien explicarme el interés de este número de peonza durante cuatro horas?”, se pregunta otro internauta.
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Según CCTV, la televisión central china, la fastuosa emisión de variedades del nuevo año fue seguida por 704 millones de personas y otros 110 millones la vieron en la pantalla de su ordenador. Es decir, siete veces más que la audiencia de la Super Bowl en Estados Unidos.
El sitio web especializado en ciencia Guokr estima que Wei Caiqi dio más de 15.000 vueltas sobre sí misma, según un complejo cálculo que tiene en cuenta la aceleración progresiva del movimiento rotatorio.
La interesada, sin embargo, quitó hierro al asunto. En un mensaje en una red social publicado días antes de la gala, afirmó: “Algunos dicen que es cruel hacerme dar vueltas durante cuatro horas. Pero para mí no es una crueldad, sino una práctica espiritual. Cuando doy vueltas es como si entrara en meditación”.