Ansiosas por demostrar a los turistas que no deben temer por su seguridad de cara al Mundial de fútbol este año, las autoridades de Rio de Janeiro han estado aumentando el número de efectivos policiales en las zonas turísticas como Ipanema y Copacabana.
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Pero los asaltantes no son la única amenaza para los turistas: uno de ellos resultó lesionado el sábado por una forma diferente de alteración del público: se trata de explosión de tapas de alcantarilla.
La policía y los bomberos dijeron que un visitante del sureño estado de Santa Catarina debió ser trasladado al hospital para que le hicieran suturas luego de que volara la tapa de una alcantarilla y le provocara un corte en la pierna.
Un portavoz de la empresa proveedora de energía Light culpó a un desperfecto de las cajas subterráneas y envió técnicos al lugar.
La “explosión” de tapas de alcantarilla no es algo novedoso en Rio.
El mes pasado, una tapa se incendió en una calle de Ipanema y provocó un apagón de 12 horas que Light atribuyó a los ladrones de cables de cobre.
Incidentes similares han tenido lugar en los últimos meses en el suburbio de Tijuca, en el oeste de Rio, base de los Juegos Olímpicos de Rio de 2016, así como el distrito central de Botafogo.
Light ha admitido que muchos transformadores en las cajas de juntas del metro están viejas y necesitan ser reemplazadas, pues las chispas pueden hacer combustión con los gases del subterráneo.