El príncipe Fumihito, hijo del Emperador Akihito, y su esposa asistieron a la Universidad Agraria, donde presenciaron una demostración de cultivo de quinua y expresaron su interés por los altos valores nutritivos de este grano originario de los andes sudamericanos.
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En el segundo día de su visita oficial los príncipes concurrieron, además, al Centro Internacional de la Papa, uno de los mayores laboratorios de investigación científica de tubérculos que es financiado entre otros países por Japón.
Fumihito, segundo en la línea de sucesión del trono imperial, cumple una intensa agenda de actividades culturales y sociales vinculada con la comunidad japonesa en Perú, la segunda en tamaño en América Latina detrás de la colonia nipona en Brasil.
Perú es el primer país de América Latina en el que Japón abrió una embajada y ambos mantienen una relación que se remonta a 1873, con las primeras oleadas de inmigrantes nipones a la región.
Las relaciones peruano japonesas han vuelto a la normalidad después de haber atravesado un período de enfriamiento tras la caída, el año 2000, del entonces presidente Alberto Fujimori, de origen japonés, hoy preso y condenado en Lima a 25 años de cárcel.