“Lamentamos profundamente esta resolución, que en nuestra opinión, carece de fundamento”, dijo van Klaveren Stork a la prensa al término de la lectura del fallo, que confirmó la frontera reivindicada por Chile hasta las 80 millas, pero más allá de ese punto, y hasta las 200 millas, dio la razón a los reclamos de Perú.
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No obstante, dijo que tenía que analizar “en profundidad” el veredicto.
Van Kleverer recordó que ambos países han reiterado que acatarán el fallo, cuya lectura le ha llevado al presidente de la CIJ, Peter Tomka, dos horas.
Su contraparte peruana, el excanciller Alan Wagner, actual embajador en Holanda, se mostró con una sonrisa en los lanios, pero se limitó a agradecer a los magistrados de la CIJ y al equipo jurídico que ha defendido la causa de su país, sin manifestarse sobre el fondo.
Perú presentó el 16 de enero de 2008 la demanda ante la CIJ para que fijara las fronteras marítimas entre los dos países reclamando “los derechos soberanos exclusivos en la zona marítima situada en el límite de las 200 millas de su costa” y un cambio de la líneas fronterizas que prevalecían desde los tratados de 1952 y 1954.