Los científicos de la NASA investigan la misteriosa aparición en el suelo de Marte de una pequeña roca con forma de rosquilla en una imagen transmitida por el robot marciano Opportunity.
PUBLICIDAD
La toma fue enviada el 8 de enero por el robot cuando los científicos se disponían a accionar su brazo teleguiado para realizar experimentos.
Se ve una pequeña roca de color blanco sobre los lados y rojo oscuro en el centro, que reposa sobre una zona rocosa sin otros elementos, y que no aparecía en las imágenes del mismo lugar transmitidas doce días antes, explicó Steve Squyres, principal científico de la misión Opportunity.
Esta misión, que tenía que durar 90 días en el planeta rojo, celebra este año su décimo aniversario.
“Esta roca apareció, simplemente, ante nosotros… lo cual es extraño”, dijo Squyres en rueda de prensa antes de añadir que “probablemente fue desenterrada por una rueda del robot cuando giraba sobre sí mismo”.
“Todavía no hemos encontrado el hueco que dejó la roca una vez desplazada pero pensamos que debe estar en un lugar oculto por los paneles solares de Opportunity”, añadió.
Es como si la roca, a la que llamaron “Pinnacle Island”, hubiera sido dada vuelta revelando una cara que no había sido expuesta a la atmósfera marciana en quizá miles de millones de años.
PUBLICIDAD
El análisis de la roca con microscopio y un espectrómetro permitió hallar mucho azufre y grandes concentraciones de manganeso y magnesio, “una composición extraña y diferente a aquella que hemos observado hasta ahora”, subrayó Squyres.
“Seguimos trabajando en la roca”, añadió, antes de señalar que “este tipo de hallazgo inesperado vuelve esta misión siempre apasionante”.
Opportunity se posó el 25 de enero de 2004 en una región de Marte llamada “Meridiani Planum” para explorar los bordes de varios cráteres en busca de señales de alguna presencia de agua en el pasado en ese planeta. Pero esta búsqueda no obtuvo resultados.
Un robot idéntico, Spirit, había aterrizado tres semanas antes pero dejó de funcionar en 2009.
En agosto de 2012, Curiosity, el robot más sofisticado que se haya enviado a otro planeta, se posó sobre Marte para hallar, con éxito, la presencia de un entorno que habría permitido la existencia de vida microbiana en el pasado.