El feto de una mujer encinta con muerte cerebral pero mantenida con vida artificialmente en Texas, sur de Estados Unidos, contra el deseo de sus allegados, presenta anomalías, indicaron los abogados de la familia.
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Marlise Munoz, una mujer de 33 años con un embarazo de 14 semanas, se desplomó el 26 de noviembre en su casa cuando cuidaba a su hijo de 15 meses, producto de una embolia pulmonar.
La joven fue llevada al hospital Peter Smith en Fort Worth, donde le declararon muerte cerebral, pero fue mantenida en vida por estar embarazada, como lo requiere la ley de Texas.
Los abogados de la familia afirmaron la noche del miércoles que las últimas informaciones médicas con respecto al feto no son alentadoras: “Según los últimos exámenes que nos suministraron, el feto es claramente anormal”, señalaron.
“Aun en esta etapa temprana, las extremidades inferiores del cuerpo están deformes de tal manera que no se puede determinar el sexo”, precisaron los abogados.
“Es una información triste pero no sorprendente dado que el feto, luego de haber sido privado de oxígeno durante un periodo indeterminado (cuando su madre sufrió la embolia), está en gestación en un cuerpo muerto en proceso de deterioro, mientras la familia horrorizada es testigo de esto con angustia y tristeza”, añadieron.
Naral, la organización estadounidense que defiende el derecho al aborto, envió a principios de enero una petición al ministro de Justicia de Texas solicitando que “la difícil decisión” de desconectar a Marlise Munoz “sea dejada a la familia”.
El ultraconservador estado de Texas es uno de los doce del país que han adoptado una reglamentación estricta para mantener a una persona con vida si está embarazada.
