Los metadatos telefónicos:
PUBLICIDAD
Los operadores telefónicos estadounidenses provén a la NSA de metadatos del conjunto de llamadas telefónicas realizadas en Estados Unidos. Estos metadatos implican el número discado, la duración de la llamada y la hora. Pero no incluyen ni el nombre del abonado, ni el registro de la conversación.
El “Patriot Act”, votado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, y en particular su artículo 215 aseguran la base jurídica de este programa (ley renovada en 2006, luego en 2011; y que debe expirar en junio de 2015).
La NSA afirma que este pajar es indispensable para encontrar la aguja que significan eventuales cómplices de sospechados terroristas en territorio estadounidense. La base de datos llevó a 300 búsquedas en 2012 realizadas por los 22 analistas de la NSA habilitados a acceder a la información, según la dirección nacional de inteligencia (DNI) y el FBI.
– Prism:
Desde 2007, el programa Prism permite a la NSA recuperar el contenido de las comunicaciones (correos, fotos, videos, documentos) de usuarios de los sitios más importantes: Microsoft (desde 2007), Yahoo (2008), Google, Facebook, PalTalk (2009), Youtube (2010), Skype, AOL (2011), Apple (2012). Estos gigantes de internet cuestionan el brindar un acceso especial a sus servidores a la NSA, y el grado exacto de cooperación técnica continúa siendo un misterio.
El programa apunta a las personas que la NSA considera que son extranjeros fuera de Estados Unidos. La Constitución norteamericana requiere un mandato individual para obtener las comunicaciones de ciudadanos y extranjeros que viven en su territorio.
PUBLICIDAD
El artículo 702 de la ley FISA Amendment Act de 2008 es la base jurídica del programa (ley renovada en diciembre de 2012 hasta diciembre de 2017).
Prism y un programa corolario de interceptación directa de cables de fibra óptica representan la fuente de información más rica de la NSA.
Según su director, el general Keith Alexander, una cincuentena de atentados en el mundo deben haber sido desactivados gracias a estos programas, así como por el de metadatos telefónicos, una cifra cuestionada por sus críticos.
– El papel de la corte secreta: la Foreign Intelligence Surveillance Court (FISC)
Creada en 1978 e integrada por 11 jueces, la FISC aprueba regularmente y secretamente los programas de la NSA, que obtiene así la autoridad para almacenar y utilizar los datos sin necesidad de solicitar mandatos judiciales para cada petición informática.
La FISC otorga también mandatos individuales para investigar sobre un sospechoso en Estados Unidos e intervenir sus comunicaciones.