Una isla que se formó hace un mes a unos mil kilómetros al sur de Tokio a causa de erupciones volcánicas subterráneas sigue agrandándose y se está fundiendo con otra, indicó el jueves el servicio de guardacostas japoneses.
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“La nueva isla toca en dos puntos sobre el nivel del mar la isla vecina de Nishinoshima y ambas se están fundiendo en una sola”, precisó esa administración en un comunicado, tras una misión de reconocimiento aéreo.
Cuando surgió, la nueva isla era circular, de unos 200 metros de diámetro. Pocos días después había cobrado una forma alargada, de 400 metros de largo por 200 de ancho. Y desde entonces volvió a redondearse y tiene actualmente una dimensión de 450 metros por 500.
“Las erupciones se producen con una frecuencia de 30 segundos a un minuto, con proyecciones que se elevan a un centenar de metros”, agregaron los guardacostas, al destacar la importancia de las emanaciones de lava procedentes de dos cráteres.
“La intensísima actividad volcánica nos hacen pensar en un aumento de los flujos de magma desde los fondos marinos”, señaló un profesor del Instituto de Investigaciones Volcánicas de la Universidad Industrial de Tokio.
Es la primera vez en 40 años que ocurre un fenómeno de este tipo en la zona meridional de Japón.
La nueva isla parecía destinada a ser sumergida por las olas, pero ahora tiene fuertes posibilidades de permanecer en la superficie.