A pocas horas de la llegada de Navidad, un bombero de la ciudad de New Hampshire, en Estados Unidos, socorrió a las víctimas de un accidente de tránsito sin saber que entre ellas figuraba su propia hija.
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En un primer momento, Steve Whitcomb no reconoció a su hija Katie Hamilton, de 30 años y madre de tres hijos, quien quedó fatalmente mutilada por el doble choque que sufrió su vehículo.
‘Su padre fue el que la sacó del coche sin saber que era ella’, indicó Bill Quigley, jefe policial local, al periódico The Union Leader. Hamilton estaba agonizando al momento que llegó su padre, para luego fallecer en la ambulancia.
El automóvil de la víctima sufrió un primer choque en la parte trasera por culpa de un conductor distraído. El carro perdió el control y pasó al carril contrario, en donde colisionó frontalmente contra otro vehículo.