La sonrisa de un niño justifica cualquier esfuerzo. Y si se trata de niños que sonríen al tener en sus manos un regalo que sus padres no pueden pagar, entonces campañas como Un juguete por una sonrisa , emprendida por Publimetro por segundo año consecutivo, valen todo el sacrificio del mundo.
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Tras dos días de arduo trabajo de parte de nuestros promotores en los diferentes puntos de reparto del diario, se pudo recolectar 4.872 juguetes; de estos, 4.372 fueron entregados por nuestros lectores, quienes respondieron de manera generosa al llamado de Publimetro.
Por supuesto, nuestra cuota no podía faltar: 500 regalos fueron donados por el diario con la intención de hacer de esta Navidad la mejor de todas para los niños de los asentamientos humanos de Nueva Esperanza en Villa María del Triunfo.
Gracias al esfuerzo de nuestros lectores, los camiones de acopio llegaron cargados de mucha alegría y regalos a lo largo de los dos días que duró la campaña.
Gracias a la colaboración de las Hijas de la Caridad de la congregación misionera de San Vicente de Paúl, el reparto de regalos se inició ayer entre los niños de la escuela inicial N1 Pronoei Santa Catalina de Labouré, administrada por la congregación religiosa.
En medio del júbilo a causa de los miles de regalos que eran descargados, los pequeños fueron recibiendo uno a uno los juguetes donados por nuestros lectores: muñecas, camiones, pistas de carreras, peluches, pelotas, y un larguísimo etcétera.
El primero de la fila, Jeremy, de solo 6 años, no se cansaba de enseñar su colección de luchadores de juguete.
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Los niños quedan impactados. Muchos de ellos no suelen tener regalos, incluso ni tienen qué comer, pero siempre les enseño que el mejor regalo es el amor de la mamá y de la familia. Igual, ellos esperan con alegría un juguetito , nos comparte la miss Faviana.
A ella le ha tocado vivir como profesora las dos campañas navideñas realizadas por Publimetro. Sin embargo, sabe por experiencia personal, lo que significa recibir un juguete en Navidad cuando la pobreza agobia. He vivido toda mi vida aquí y recuerdo que de niña también me dieron un regalo. Y eso jamás se olvida.
