A comienzos de noviembre, Marina Shifrin (25) se hartó de su jefe. Ella era una empleada con exceso de trabajo en la compañía taiwanesa de animación Next Media, y decidió renunciar y desafiar a sus jefes vía YouTube.
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En el texto que acompaña a su baile en las mismas oficinas de la compañía, ella explica: ‘Son las 4:30 a.m. y sigo en el trabajo. Por casi dos años, he sacrificado mis relaciones, tiempo y energía por este trabajo, los jefes solo se preocupan por la popularidad de los videos que hacemos. Decidí hacer un video por mi cuenta que se enfoque en el contenido y no en las vistas. Y por cierto, para que mi jefe sepa que… ¡renuncio!’. En tres días, ya tenía cuatro millones de vistas.
Estos ‘héroes modernos’ como Shifrin hacen algo que muchos dicen soñar. En realidad, los metropolitans quieren tener estabilidad laboral en sus vidas (el 47% prefiere tener una carrera con altos y bajos, solo el 10% quiere ser famoso).
Es así que su molestia no se traduce en malas conductas en la oficina: casi la mitad no está contenta con el sueldo o con lo que hace actualmente, pero el 64% cree que eso mejorará en el futuro. Y trabajan para lograrlo.