El sospechoso fue detenido el miércoles y actualmente está en prisión preventiva. Los investigadores señalaron que no hay ningún elemento que apunte a un acto de canibalismo.
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Los hechos se remontan al 4 de noviembre. Ese día, el director de una empresa de gestión patrimonial de Hanover (norte) viajó a Dresde (sureste) para encontrarse con un policía, Detlev G., al que conoció en un sitio web de canibalismo, explicó el director de la policía de Dresde, Dieter Kroll, en una conferencia de prensa televisada.
Según los primeros elementos de la investigación, la víctima habría expresado desde hace varios años el deseo de que otro hombre lo mate y se lo coma.
El policía y la víctima hablaron de ese fantasma en sus conversaciones por chat, correo electrónico, teléfono o SMS, precisó Maik Mainda, otro investigador, en la conferencia de prensa.
El policía, que trabajaba como experto en la sección científica de la policía judicial local, fue a buscar a su futura víctima en la estación, y lo degolló con un cuchillo, poco después de llegar a su casa.
Luego troceó el cuerpo y le quitó los huesos a algunos pedazos, que enterró en su jardín. El acusado fue identificado y detenido el miércoles en su lugar de trabajo.
El agente reconoció los hechos y explicó que todo sucedió en cuestión de pocas horas, tras la llegada de la víctima a Dresde. También designó los lugares de su jardín donde enterró los pedazos del cadáver.
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La fiscalía de Dresde ha abierto una investigación por “asesinato”, aunque el fiscal general de la ciudad, Andrea Feron, no descartó que los hechos puedan recalificarse como “homicidio solicitado” por la víctima.
Si se demuestra dicha calificación, lo cual es muy difícil, el acusado se expondría a una pena de cinco años de cárcel y no perpetua.