(AFP). Más de 100 personas murieron en menos de una semana en los combates que enfrentan al ejército sirio contra los rebeldes y los yihadistas que tratan de apoderarse de un gran depósito de armas en Siria, indicó este sábado una ONG.
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Mientras, en el este del país kurdos sirios combatían a los yihadistas (expresión occidental para denominar a grupos extremistas y violentos dentro de la rama islamista política) por el control de la frontera con Irak y el mediador internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, se reunía con autoridades iraníes en Teherán para intentar organizar la conferencia de paz Ginebra 2.
En el centro de Siria, rebeldes y yihadistas intentan desde el lunes apoderarse de un depósito de armas en Mahi “que rebosa tantas armas que podría permitir (a los insurgentes) liberar toda Siria”, según Osama Idris, un jefe rebelde.
“En seis días hubo al menos 100 muertos en las filas del ejército, que defiende un importante arsenal, y decenas de otros entre los rebeldes y los yihadistas , entre los que hay combatientes extranjeros”, afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los combates se registraron en Mahin y en pueblos de los alrededores de Sadad (de mayoría cristiana) y de As Sujna, según esta organización con sede en Gran Bretaña y que obtiene su información de una amplia red de militantes y fuentes médicas sobre el terreno.
En el este, combatientes kurdos de Siria arrebataron este sábado a grupos yihadistas el control de un puesto fronterizo con Irak, muy valioso para el tránsito de armas y hombres.
En la batalla por el control del puesto fronterizo de Al Yaarubia murieron combatientes de ambos lados, indicó el OSDH, quien precisó que los enfrentamientos continuaban en esta localidad.
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Los kurdos llevan meses luchando por crear en el noreste de Siria una región autónoma similar a la que existe en el norte de Irak.
Los rebeldes, que comparten el objetivo de tumbar el régimen del presidente sirio Bashar al Asad, han vuelto las armas unos contra otros en los últimos meses.
Y es que a los combates entre islamistas y kurdos en el noreste, se suman, también en el norte, las batallas entre yihadistas y el Ejército Sirio Libre, la principal facción de la oposición armada al presidente Asad.
En otros frentes, los rebeldes conquistaron el sábado una localidad cerca de la frontera con Jordania, que les permite unir el este con el oeste de la provincia de Deraa (sur).
Además, tres niños y un adulto murieron y 15 civiles resultaron heridos en la ciudad rebelde de Raqa en un nuevo bombardeo de la aviación.
En el este de la provincia de Hama, en el centro de Siria, siete soldados murieron en una emboscada de los yihadistas, según el OSDH.
BRAHIMI EN IRÁN Mientras tanto, el mediador internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, se encontraba este sábado en Irán, principal apoyo exterior de Asad, como parte de su gira de preparación de una conferencia internacional de paz.
Tras entrevistarse con el ministro de Relaciones Exteriores iraní en Teherán, Brahimi estimó que la participación de Irán en esta conferencia internacional era “natural y necesaria”, si bien aún no se han enviado las invitaciones para el encuentro.
El diplomático argelino ya ha visitado Turquía, Jordania, Irak, Egipto, Kuwait, Omán y Catar en el marco de esa gira, que tendrá su última etapa en Siria. La conferencia podría tener lugar en Ginebra a fines de noviembre.
Brahimi está intentando convencer a todas las partes de la necesidad de reunir en una misma mesa a representantes del régimen y la oposición, para encontrar una solución política después de dos años y medio de contienda.
Por otro lado, la jefa de operaciones humanitarias de la ONU, Valérie Amos, llamó el viernes al Consejo de Seguridad a presionar al gobierno sirio y a los grupos rebeldes para que dejen pasar la ayuda humanitaria necesaria en numerosas regiones.
Amos destacó que la ONU no puede acceder desde hace más de un año a 2,5 millones de civiles aislados en zonas de Siria en las que los combates son más violentos.