Un estudio publicado en la revista científica Nature ha comprobado que los árboles de Goldfields-Esperance, en Australia, contienen partículas microscópicas de oro en sus hojas.
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El extraño fenómeno se debe a que las raíces de los eucaliptos en zonas áridas alcanzan los recónditos yacimientos de oro en búsqueda de mayor humedad. La planta, por lo tanto, absorbe las partículas del metal y se materializa en partículas microscópicas en las hojas, precisamente en un 20% del diámetro del cabello humano, según el portal Gizmodo.
“El oro es probablemente tóxico para las plantas, y por eso lo desplazan a sus extremos (hacia las hojas) para reducir el efecto de posibles reacciones bioquímicas”, explica el autor del estudio.
Si bien la cantidad de oro en las hojas de los árboles es muy poca (46 partes de oro por cada 1 000 millones), el descubrimiento ayuda a las empresas mineras a ubicar con mayor certeza los yacimientos.