El procurador del Ministerio del Interior impugnará la sentencia judicial que establece penas benévolas a los implicados en los disturbios de La Parada, por constituir una afrenta para la dignidad de la Policía Nacional del Perú (PNP), anunció hoy el titular de este sector, Wilfredo Pedraza.
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Al comentar las implicancias de este polémico fallo judicial, Pedraza subrayó que se trata de una sentencia “benévola y benigna” que no contribuye a fortalecer respeto para la Policía Nacional.
“Por eso, expreso mi incomodidad con esa sentencia que me parece benigna (…) y por supuesto el procurador va a interponer las impugnaciones que correspondan porque el país esperaba una sentencia ejemplificadora”, añadió
Además, Pedraza consideró que esta sentencia (impuesta por el 49º Juzgado Penal de Lima y que condena a cuatro años de cárcel la dos implicados y a penas suspendidas a otras ochenta y seis personas) constituye “una afrenta” a la dignidad de los policías que fueron atacados por una turba de vándalos opuestos al traslado del mercado mayorista de La Parada, en diciembre del año pasado.
“Lo que vamos a hacer es impugnar la sentencia a través del procurador del Ministerio del Interior. Esperamos que el procurador del Ministerio Público haga lo propio y seguramente en su momento pediré una reunión al presidente de la Corte Suprema con quien tenemos una buena relación”, comentó.
Pedraza también expresó su confianza en que este fallo sea revocado en las instancias superiores del Poder Judicial.
No obstante, lamentó también que el Poder Judicial haya liberado en la víspera a un grupo de comuneros capturados por la Policía en el Vraem que, según las investigaciones, era colaboradores “dolosos” de los remanentes narcoterroristas que operan en el Vraem,
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En octubre del 2012, un grupo de vándalos y pandilleros atacaron a los efectivos de la Policía Nacional que llegaron a las inmediaciones del Mercado Mayorista de La Parada para apoyar la ejecución del fallo que disponía el traslado de dicho centro de abastos al distrito de Santa Anita.
Se presume que los vándalos fueron contratados especialmente por malos comerciantes que rechazaban el traslado.