(AFP). El estado federal estadounidense continuaba parcialmente paralizado este sábado por quinto día, pero el presidente Barack Obama acentuó la presión sobre la oposición republicana y pidió al Congreso que adopte rápidamente un nuevo presupuesto para detener “esta farsa”.
PUBLICIDAD
Pero aunque sin tocar la cuestión clave de la parálisis (la ausencia de presupuesto para el ejercicio presupuestario 2014 que se inició el 1 de octubre), los legisladores de la Cámara de Representantes lograron ponerse de acuerdo este sábado para remediar una de sus consecuencias.
En la mañana, aprobaron por unanimidad, por 407 votos frente a 0, una medida que permitirá a los 900.000 empleados federales obligados a tomar vacaciones forzosas sin sueldo recibir su paga de forma retroactiva para todos los días perdidos de trabajo, hasta que la parálisis llegue a su fin.
Eric Cantor, número dos de los republicanos en la Cámara, donde son mayoría, se felicitó de que los legisladores “hayan tomado nuevas medidas para tratar de aliviar el dolor provocado por la parálisis presupuestaria”.
El Senado debería expresarse sobre esta medida este mismo sábado.
Y antes de que se anuncie una solución final, el secretario estadounidense de Defensa, Chuck Hagel, anunció la restitución la semana próxima de la mayor parte de los empleados civiles del Pentágono obligados a tomar vacaciones sin sueldo por el bloqueo presupuestario, que afectó a los 400.000 empleados del Departamento de Defensa.
Muy implicado en esta cuestión, Obama anuló su gira a Asia y se dirigió con dureza a sus adversarios republicanos en su locución semanal de radio y televisión.
PUBLICIDAD
“Vayan y voten. Paren esta farsa y pongan fin al ‘cierre’(shutdown, como se conoce a este bloqueo en inglés) ahora”, dijo el presidente.
El mandatario acusó al ala derecha del partido Republicano de oponerse al voto del presupuesto en la Cámara de Representantes donde, según él, la mayoría de los legisladores de ambos partidos está dispuesta a votar.
Los republicanos, que se oponen a la reforma de la salud (conocida como “Obamacare” y aprobada en 2010 y refrendada por la Corte Suprema) cuya implementación entró en vigor el martes, rechazan votar un presupuesto que no recorte su financiamiento.
“No pagaré un rescate” Los republicanos amenazan con atar a esta negociación presupuestaria la autorización para que Estados Unidos emita más deuda.
Pero Obama advirtió que no cederá al chantaje. “No pagaré un rescate a cambio de la reanudación de la administración. Y por supuesto no voy a pagar un rescate a cambio del aumento del tope de la deuda”.
Sin un acuerdo que permita aumentar el tope legal de endeudamiento del país antes del 17 de octubre, Estados Unidos podría entrar en moratoria por primera vez en su historia.
El tope de endeudamiento, que se alcanzó en mayo, es de 16,7 billones de dólares, y el déficit mensual ronda los 60.000 millones de dólares que deben ser obtenidos en los mercados financieros.
“Así como la parálisis presupuestaria es peligrosa, una parálisis económica como consecuencia de un incumplimiento de pago sería aún peor”, aseguró Obama.
La perspectiva puso cada vez más nervioso a los mercados bursátiles durante la semana.
Para acentuar aún más la presión de los republicanos, el secretario de Estado John Kerry advirtió que una crisis presupuestaria prolongada en Washington podría debilitar la posición de Estados Unidos en el mundo.
“Si (la situación) se prolonga, o se repite, la gente podría empezar a poner en duda la voluntad de Estados Unidos para mantener el rumbo y su capacidad para hacerlo. Pero no es el caso y no creo que lo sea”, dijo Kerry en una conferencia de prensa antes de la apertura el lunes de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) en la isla indonesia de Bali.
Kerry representaba en esta cumbre a Obama, que suspendió su viaje por la gira.
En tanto, los republicanos se defienden de la idea de que son los culpables de esta crisis.
“Los estadounidenses no quieren que su gobierno se paralice, ni yo tampoco”, dijo el viernes el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.
“Lo único que pedimos es sentarnos, discutir, reabrir el Estado federal e introducir equidad para los estadounidenses en el Obamacare”, dijo Boehner durante una conferencia de prensa.
Obama señaló el sábado que siempre estará “dispuesto a trabajar con todos, de cada partido, sobre los medios para mejorar el crecimiento, crear nuevos empleos, y poner orden en nuestro presupuesto a largo plazo”. “Pero no bajo estas amenazas contra nuestra economía”, advirtió.
El presidente y sus aliados demócratas (mayoría en el Senado) propusieron negociar formalmente un presupuesto a largo plazo, pero como condición exigen la votación en la Cámara de Representantes (dominada por republicanos) de una ley de finanzas de seis semanas para reabrir el gobierno federal.