En los últimos años el incremento del estrés en el trabajo se ha disparado en cifras alarmantes, un hecho que provoca la disminución en la producción de las empresas; frente a esta problemática grandes firmas como Google, Bridgewater e incluso famosos como Oprah Winfrey y Paul McCartney han encontrado la solución: meditación y siestas en el trabajo.
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Una iniciativa que va ganando terreno en el mundo empresarial. El uso de la técnica de Meditación Trascendental (MT) es respaldada por estudios clínicos de más de 160 instituciones alrededor del mundo, incluyendo a Harvard, que afirman que la meditación puede ayudar a encontrar una mayor sensación de serenidad.
Steven Poelmans, profesor de la Escuela de Negocios Barcelona (EADA), y experto en neuroliderazgo apoya esta iniciativa, ya que reduce la tensión laboral. “Bajo estrés, dejamos de pensar. El cerebro necesita serenidad para poder funcionar”, afirmó. “La mejor manera de gestionar el talento es gestionar el estrés, que es fundamental en el trabajo”, resaltó.
La persona que practica la técnica de MT muestra mejores funciones ejecutivas, con pensamientos más resueltos y toma de decisiones más claras, aseguró Poelmans.
Una necesidad que se vuelve trascendental cuando el trabajador va adquiriendo mayores responsabilidades al ser ascendido u ocupa cargos que exigen una presión constante. El MT ayuda a tomar mejores decisiones, realizar mejor juicios de valor y fomenta la creatividad.
Pero según el chileno Rafael de la Puente, instructor de meditación, para que tenga un impacto positivo en la persona esta se debe practicar dos veces al día.
En México, empresas transnacionales como BMW, Coca-Cola y Unisys ofrecen terapias de relajación a sus empleados, mientras que las firmas como Google, Reebok y Medtronic han logrado popularizar esta práctica.
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Por otro lado, en Argentina y Estados Unidos han optado por incorporar las denominadas powernaps o siestas energéticas de breve duración.
Un ejemplo de ello son las radios Metro, Blue, Rock & Pop (todas del mismo consorcio) que han visto un cambio positivo en las relaciones de trabajo luego de implementar esta práctica.
“Cuando Google de Argentina nos llamó para asesorarlo sobre la apertura de un espacio de siesta dentro de sus instalaciones, ese fue un indicador de que la siesta comenzaba a instalarse en las agendas de bienestar corporativo”, explica Daniel Leynaud, director de Drom-Cronobiología.
Y es que la necesidad de una siesta es algo natural en el ser humano. Entre las 13:00 y 15:00 horas las personas experimentan de manera natural una fuerte somnolencia, independiente de que se haya ingerido alimentos. Es en ese momento cuando una siesta corta es ideal para afrontar la segunda parte del día con mayor energía y creatividad.
Para Leynaud el secreto es que las siestas no duren más de 30 minutos para así garantizar no caer en las etapas de sueño profundo.
Según el investigador del CONICET y asesor de Drom-Cronobiología en México explica que una siesta ayuda no solo a mejorar el aprendizaje y la memoria, sino que reduce las consecuencias a largo plazo como la diabetes u obesidad, las cuales se pueden dar por constantes alteraciones del sueño.
“Dormir una siesta de entre 30 y 45 minutos puede compensar en parte la deuda de sueño nocturno”, precisa.
‘No requiere de concentración, ni de silencio, ni de ninguna condición ambiental en particular. Los adultos la deben practicar por 20 minutos mañana y tarde’, explica De la Puente.
Pero a pesar de los beneficios, aún la meditación es culturalmente resistida por algunos ejecutivos que la consideran como una actividad New Age, y de ahí que De La Puente reconozca que muchas empresas chilenas todavía prefieren incluir una cláusula de confidencialidad respecto de las iniciativas que realizan.
Por eso los expertos recomiendan que esta práctica se vaya introduciendo de manera gradual. Solo así existirá en un futuro una verdadera cultura de bienestar dentro de las organizaciones.