Una comisión de inspectores internacionales cruzaron hoy la frontera de Siria para iniciar la ardua tarea de supervisar la destrucción del programa de armas químicas del país.
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Los 20 inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas cruzaron la frontera por el paso fronterizo de Masnaa, procedentes del Líbano, así lo informó AFP.
Este equipo tiene la misión de aplicar la resolución de la ONU, la cual insta al gobierno Sirio a destruir su arsenal químico, una misión ambiciosa y peligrosa.
El 19 de septiembre, las autoridades sirias proporcionaron una lista de los lugares de fabricación y almacenamiento de armas químicas, que deben ser inspeccionados en un plazo de 30 días.
“Por el momento no tenemos ningún motivo para dudar de la información proporcionada por el régimen sirio”, declaró un responsable de la OPAQ.
Se espera que para mediados de 2014, los inspectores entreguen los resultados. Expertos estiman que hay cerca de mil toneladas de armamento químico, entre ellas 300 toneladas de gas mostaza y sarín, distribuídas en 45 lugares diferentes.
Esta resolución también pide que se celebre “cuanto antes” una conferencia internacional en Ginebra para hallar una solución política.
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Pero esta no es la primera vez que se realiza este tipo de misión. Sin ir muy lejos en Irak y Libia también se realizó una inspección; sin embargo, nunca se ha hecho en medio de un conflicto interno. Según reportes del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), desde marzo de 2011 hasta la actualidad han muerto al menos 115 mil personas.
Frente a esta problemática diecisiete países, entre ellos México, aceptaron abrir sus fronteras a los sirios que buscan un nuevo futuro, anunció este martes el Alto Comisionado para los refugiados, Antonio Guterres.