(AFP). El presidente sirio Bashar al-Assad reiteró en una entrevista televisiva su compromiso de destruir el arsenal químico de su país, mientras que Rusia y las potencias occidentales registran avances en una resolución de Naciones Unidas sobre este tema.
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Expertos de la ONU llegaron el miércoles a Damasco para investigar unos 14 casos de uso de armas químicas durante el conflicto, después de certificar en una anterior misión el uso de gas sarín en un ataque cerca de Damasco el 21 de agosto.
“Comenzaron sus labores hoy (jueves)”, indicó a la AFP un responsable de la ONU, sin dar detalles sobre el lugar en donde el equipo de seis expertos, dirigidos por el sueco Aake Sellstrom, llevaban a cabo sus investigaciones.
El responsable de la ONU dijo sin embargo que se trata de una misión “rápida” y que los expertos estarán en Siria “unos días”.
El ataque químico del 21 de agosto se produjo en la región de Ghuta cerca de Damasco, en donde (según la oposición) están bloqueados actualmente “1,7 millones de habitantes, de los cuales más de la mitad son niños”.
“No hay ni electricidad ni agua potable, y los alimentos de base son escasos. Se trata de una política de castigo colectivo dirigida por el régimen”, afirmó el jueves la Coalición Nacional Siria en un comunicado.
Ghuta es uno de los principales bastiones de la rebelión en la región de Damasco.
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En una entrevista concedida el miércoles a la cadena venezolana Telesur, que fue difundida en Siria el jueves, el presidente Asad dijo que no obstaculizaría el plan de desarme químico, anunciado por Estados Unidos y Rusia el 14 de septiembre en Ginebra.
“Siria se compromete generalmente en todas las convenciones que firma. Hemos remitido en los últimos días el inventario (del arsenal químico) a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y, próximamente, los expertos acudirán a Siria para verificar el estado de estas armas”, indicó Asad en la entrevista realizada en Damasco y difundida íntegramente el jueves por la agencia oficial Sana.
Mientras tanto, las discusiones sobre una resolución de la ONU sobre el desarme químico sirio “han avanzado significativamente” y el texto incluye desde ahora la posibilidad de utilizar medidas coercitivas en caso de que Damasco no lo cumpla, indicó el jueves en Nueva York el canciller francés, Laurent Fabius.
Fabius admitió sin embargo que todavía restan “cuestiones a precisar”.
Una reunión de los jefes de la diplomacia de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Reino Unido) realizada el miércoles permitió comprobar “avances evidentes” que dejan abierta la esperanza de alcanzar un acuerdo “próximamente”, señaló Fabius.
Paralelamente, Rusia se declaró el jueves dispuesta a unirse a los esfuerzos internacionales para supervisar los sitios en donde serán destruidas las armas químicas sirias.
En el terreno, la oposición armada quedó dividida, después de que varios comandos rebeldes anunciaran la formación de una nueva alianza con el Frente Al Nusra, vinculado a Al Qaida.
Los 13 grupos rebeldes, que incluyen la mayoría de los batallones, rechazaron cualquier grupo opositor en el exterior, incluyendo el Consejo Nacional Sirio con base en Turquía.
Louay Muqdad, un portavoz del rebelde Ejército Sirio Libre (ESL), dijo a la AFP que la creación de la nueva alianza es “un gesto de desesperación”.
La ruptura pone en desventaja también a la oposición frente al régimen en caso de negociaciones de paz para solucionar el conflicto en Siria, que ha dejado más de 110.000 muertos desde su inicio hace dos años y medio.
Las tropas del régimen siguen bombardeando diariamente los bastiones rebeldes en todo el país.
Tras un mes relativamente tranquilo, el jueves estallaron violentos bombardeos en el Viejo Homs (centro), asediado desde hace más de un año por el ejército, indicaron activistas.
En Damasco, una iraquí murió por la caída de un obús sobre el consulado de Irak en la capital siria, indicó a la AFP un diplomático.