“Sólo dejamos salir hacia el océano agua que consideramos escasamente radiactiva”, explicó en una rueda de prensa el principal portavoz de Tepco, Masayuki Ono.
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Las fuertes lluvias del domingo y el lunes provocaron “una rápida subida del nivel del agua” en partes de la central donde están almacenados tanques con líquido altamente radiactivo.
Para evitar que el agua permaneciera demasiado tiempo en contacto con los tanques y el suelo, potencialmente contaminado, Tepco optó por verter parte del agua al mar.
Se cree que estos tanques tienen escapes y que el agua radiactiva se filtra hasta la capa freática.
“Optamos por verter el agua al mar porque al medir los niveles de radiación llegamos a la conclusión de que se la podía considerar agua de lluvia”, explicó el portavoz de Tepco.
Un litro de esta agua contiene hasta 24 becquereles de estroncio y otras materias radiactivas. Las autoridades japonesas autorizan que se vierta en el mar siempre y cuando tenga como máximo 30 becquereles por litro.
Los medios de comunicación japoneses critican a Tepco por no medir el nivel de otros elementos radiactivos, como el cesio 134 o el cesio 137.
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“No consideramos necesario medir el nivel de cesio radiactivo porque al agua almacenada en los tanques” le queda poco cesio de este tipo, aseguró Tepco.
Según la compañía, el único daño del tifón Man-yi a la central de Fukushima fue esta acumulación de agua de lluvia.