No es un asunto de lunáticos. El proyecto Mars One se ha abierto paso entre la risa y la incredulidad, y aunque en el fondo es un sueño marciano, ha sido respaldado por 202 mil 586 personas en todo el mundo, quienes se han inscrito en la primera ronda del programa de selección de astronautas rumbo a Marte.
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Si a primera vista pareciera ser un reality show o un simulador, es necesario precisar que esta fundación holandesa sin fines de lucro no ha dejado nada a la improvisación: las cuatro rondas tomarán cerca de dos años (entre el 2013 y el 2014), hasta que se elijan seis equipos de cuatro personas que serán entrenadas hasta el 2022. Cada año, además, se buscará nuevos aspirantes.
El proyecto que busca ser sostenible como negocio a partir de la venta de derechos televisivos tanto del proceso de selección de los nuevos astronautas, así como del reto de sobrevivir en otro planeta, cuenta con un preciso cronograma: el 2015 empieza la preparación de los aspirantes; el 2016, se lanza una misión que permitirá tener un satélite de comunicaciones en una órbita estacionaria de Marte.
Para el 2018, un rover al estilo del Curiosity y un remolque serán enviados para encontrar la mejor ubicación para el asentamiento. En el 2020 se tiene previsto lanzar seis misiones de carga con unidades de vivienda y sistemas de soporte vital. En febrero del 2021, el Rover debe haber creado el puesto de avanzada antes de la llegada de los humanos.
Cerrada la primera etapa de selección, los solicitantes provienen de más de 140 países: Estados Unidos figura en el primer lugar (24%), seguido por India (10%), China (6%), Brasil (5%), Reino Unido (4%), Canadá (4 ), Rusia (4) y México (4%). El Perú se halla más atrás con un 1%.
De esos más de 2 mil peruanos con delirios marcianos, solo nueve han conseguido presentar las requisitos solicitados. Uno de ellos, Carlos Román (28), dice que además de cumplir un sueño personal le gustaría ‘lograr que más personas en el Perú se involucren y estén más al tanto de la ciencia’.
Edwar Montenegro (28) también comparte el gusto por el desafío de ser uno de los primeros humanos en poblar Marte, pero sin pasaje de regreso: ‘Siempre gusté de conocer lugares distintos, mi sueño siempre fue dejar este mundo y conocer otros’.
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A fines de este año, Mars One oficializará a los clasificados a la segunda etapa, quienes deberán pasar una entrevista personal ante un comité regional y garantizar su buen estado de salud.
En caso el proyecto logre el financiamiento de 6 mil millones de dólares, el campamento humano en Marte se constituiría en el 2023, y sería el inicio de una civilización en el planeta rojo: los colonos se abocarían a tareas de construcción, mantenimiento e investigación, en transmisión satelital permanente a la Tierra.