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Chicas sirias en el exilio: las nuevas novias de la guerra

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Por: Elisabeth Brawn

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Bayan tiene 15 años y al parecer se ve muy feliz cantando con otras chicas en el Centro Comunitario de Amman, la capital de Jordania.

Ella está feliz no solo porque huyó de su ciudad natal, Homs, convertida en un campo de batalla en Siria, sino también porque se va a casar con un compañero adolescente al que conoce bien.

Bayan no es la única chica del campo de refugiados sirios que se va a casar.

‘He oído de muchos hombres jordanos que desean casarse con mujeres sirias’, me dice. ‘Pienso que es una decisión buena y mala. Hay algunos jordanos muy amables, cariñosos, que protegerían a las chicas, pero hay otros que se aprovecharían de ellas’.

Bayan cuenta que su prima, refugiada en el campamento Zaatari, en el norte de Jordania, recibió ofertas de matrimonio de algunos hombres jordanos. ‘Me dijo que los hombres jordanos se acercan para pedirles matrimonio a las chicas sirias. A cambio, les ofrecen sacarlas del campamento’, dice.

Las jóvenes sirias refugiadas por el conflicto interno que vive su país desde el 2011 resultan muy atractivas a los ojos de los varones de Jordania.

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‘Las mujeres sirias son muy hermosas’, me comenta un hombre egipcio en El Cairo. ‘Y es mucho más fácil para sus familias si se casan rápidamente. Mi imán (persona que dirige el rezo musulmán en las mezquitas) actúa como un casamentero. Pensé en casarme con una chica siria, pero después me sentí mal’, dice este hombre desde el anonimato.

Otros varones no vacilan ante tal idea. ‘Viene gente de lejos para casarse con estas adolescentes’, señala Nour Sahawneh, un pastor cristiano de Mafraq, ciudad que alberga a unos 20 mil refugiados sirios.

‘Según la ley jordana, estos matrimonios no son reales, pues ellas no tienen los documentos en regla. Pero eso no les importa a los jordanos, ellos solo quieren tenerlas como trofeos’, agrega.

Más de la mitad de las mujeres refugiadas sirias se han casado antes de los 18 años, según una reciente encuesta realizada por la oficina de la ONU Mujeres en Jordania.

Estas cifras dejan en claro que la llegada de refugiados ha alentado los matrimonios precoces, en parte, por la desesperación de las familias que buscan un mejor lugar para sus hijas.

De hecho, en el campamento de Zaatari ya hay tiendas improvisadas para la venta de vestidos de novia.

‘Muchas familias buscan un matrimonio para sus hijas para aliviar la carga financiera’, dice Rana El-Muutari, trabajadora social de la organización Save the Children.

‘En Zaatari, las autoridades han prohibido autos con placas de Arabia Saudita, porque muchos hombres se estaban aprovechando de las chicas’, añade.

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