De acuerdo a El País, los arquitectos de InTempo arquitectos dimitieron al tiempo que una sociedad bancaria llamada Sareb se quedó con el crédito de la torre.
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Un ejemplo de sus errores fue la falta de elevadores. En enero de 2012 se llevaron la sorpresa de que el edificio no contaba con el hueco del ascensor. Además, hasta la construcción del piso 23 no habían instalado un montacargas para los trabajadores, por lo que tenían que subir las escaleras.
Sumados a los errores estructurales y la liquidación de su constructora casi al principio de su construcción, el proyecto está cargado de denuncias de estafas, embargos y reclamaciones de clientes y proveedores, a quienes se debe 2.5 millones de euros.
Actualmente la obra de InTempo, de 47 plantas y 269 departamentos, se encuentra en un 94% completada y el 35% de las casas están vendidas. Se tiene prevista su finalización para diciembre de este año.