El viaje del papa Francisco a Brasil para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, el primer periplo de su papado, servirá para demostrar el énfasis positivo que se ha instalado en El Vaticano hacia la Teología de la Liberación (TL) desde su elección, estimaron a la AFP analistas.
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Las miradas y oídos estarán puestos en los gestos y palabras del Papa en Brasil, cantera de la Teología de la Liberación (TL), cuyos primeros cuatro meses al frente de la Iglesia Católica parecen haber dejado atrás la era en que El Vaticano condenaba severamente a esta importante corriente teológica, nacida en América Latina hace más de cuatro décadas.
“Que el cardenal Jorge Bergoglio haya optado por el nombre de Francisco (en homenaje a San Francisco de Asís, el santo de los pobres), ya es todo un programa”, dijo a la AFP el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, padre de la TL, junto al fallecido jesuita uruguayo, Juan Luis Segundo.
La TL apuntó a renovar el mensaje central de la religión católica en una de las regiones con mayores desigualdades del planeta.
El Vaticano, bajo el pontificado de Juan Pablo II (1978-2005), acusó de marxista a la TL por resaltar la opción preferencial de Dios por los pobres y sancionó a varios sacerdotes vinculados a ella, como el brasileño Leonardo Boff o el nicaragüense Ernesto Cardenal, y pidió precisiones al propio Gutiérrez.
La opción por los pobres entusiasmó en un primer momento a Roma, bajo el papa Paulo VI (1963-1978), quien designó obispos progresistas en la región con el mayor número de católicos. Sin embargo Juan Pablo II, formado en el anticomunismo, la cuestionó, alegando que fomentaba la lucha de clases y podía distanciar a los fieles de sectores medios y altos.
“Ya se puede hablar de una reconciliación con la teología de la liberación”, dijo a la AFP, Jeffrey Klaiber, profesor estadounidense de historia de las religiones en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
“El cambio en el énfasis se debe a que el Papa es argentino, latinoamericano, y se trata, además, de un pastor cercano de alguna manera a la praxis de la teología de la liberación”, subraya Klaiber.