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Un equipo de astrónomos europeos, utilizando el radiotelescopio de Atacama, Chile (ALMA, por sus siglas en inglés), logró obtener ayer la mejor imagen jamás captada del embrión de una estrella.
El grupo liderado por el francés Nicolás Peretto concluyó que estaban ante ‘una gigantesca estrella en pleno proceso de formación en el interior de una nube oscura, dentro de un útero estelar con una masa 500 veces mayor a la del sol’.
El útero estelar que alberga al embrión gigante ya había sido analizado por el telescopio espacial Spitzer, de la NASA, y el Herschel (España), que la mostraban como un gran entorno oscuro de densos filamentos de gas y polvo. Pero la gran sensibilidad del ALMA ha permitido ver en detalle tanto la cantidad de polvo como el desplazamiento del gas.