“Colombia fue el segundo blanco de espionaje en los últimos cinco años, después de Brasil y México, en la actividad de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA por sus siglas en inglés)”, indicó el diario, que publica desde el domingo artículos relacionados con las operaciones de inteligencia estadounidense.
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A través de PRISM —uno de los programas usados por la NSA que permite entrar en Facebook, Google, Microsoft y YouTube—, la agencia estadounidense “levantó datos sobre petróleo y adquisiciones militares en Venezuela, energía y narcóticos en México, además de haber mapeado los movimientos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)”, destacó el diario.
“Los documentos muestran una colecta de información en Colombia con un flujo expresivo y constante, aunque variable, entre 2008 y el primer trimestre del año”, siguió el artículo.
La información recolectada incluye llamadas telefónicas, correspondencia electrónica y espionaje vía satélite, según O Globo.
Estados Unidos colabora con Colombia en la lucha contra el narcotráfico y grupos armados ilegales a través del Plan Colombia de cooperación militar, por el que Bogotá ha recibido de Washington ayuda por más de 8.000 millones de dólares desde el año 2000.
Pese a sus tensas relaciones desde el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez en maezo, Estados Unidos compra a Venezuela unos 900.000 barriles de crudo por día.
“En marzo de este año, Colombia se tornó tan prioritaria para la NSA como Brasil. Fue cuando murió Hugo Chávez. Era el fin de un ciclo del chavismo, comenzaba otro juego político en Sudamérica”, señaló O Globo.
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Otros países donde hubo espionaje “en menor intensidad” fueron Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador, precisó el periódico.
Basado en documentos obtenidos por Snowden, O Globo informó el domingo y el lunes que Brasilia formó parte de una red de 16 bases de espionaje que operaban los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas y correos electrónicos.
La presidenta Dilma Rousseff indicó que si el espionaje extranjero es confirmado, éste sería una “violación de la soberanía” nacional y anunció que Brasil llevará el caso ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
“No estamos de acuerdo, de ninguna manera, con una interferencia de este tipo en Brasil ni en ningún otro país”, dijo la mandataria, que se mostró cautelosa de acusar a Estados Unidos.
El canciller Antonio Patriota, por su parte, dijo sentirse “alentado” por la “disposición al diálogo” de las autoridades estadounidenses en aclarar el tema.
Snowden, acusado de espionaje por Estados Unidos después de la revelación de espectaculares informaciones sobre un programa secreto de vigilancia de las comunicaciones mundiales, se encuentra varado desde hace dos semanas en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú. Bolivia, Venezuela y Nicaragua se declararon dispuestos a darle asilo.