Tras sus puertas dobles con marco de oro, la embajada ecuatoriana en Londres es un modesto apartamento con paredes pintadas de blanco y mobiliario sencillo; quizá no el más adecuado para uno de los más famosos héroes (o villanos) del mundo.
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Desde el 19 de junio del 2012 -hace exactamente un año-, el creador de WikiLeaks, Julian Assange, un programador, periodista y activista de Internet australiano, ha pasado de ser un visionario de la libertad de prensa mundial a un cautivo, forzado a esconderse para evitar su extradición a Suecia, donde le esperan cargos por agresión sexual.
Assange será arrestado si pone un pie fuera del edificio, por lo que su estilo de vida se ha reducido a una habitación sencilla y una laptop en la embajada de Ecuador.
Los DVD de películas como Dimensión desconocida y la serie de televisión The West Wing de la NBC son su compañía, junto con una lámpara ultravioleta que reemplaza la luz del día. Assange se mantiene despierto durante la noche, según los informes, trabajando hasta la madrugada y bebiendo altas dosis de cafeína.
Pero Assange no ha sido olvidado por el mundo exterior. Desde fuera siempre le gritan ‘luchador de la libertad’ y personalidades como Lady Gaga, Oliver Stone y el cineasta británico Ken Loach lo han visitado.
‘Es muy vital y parece tener buena salud’, le dijo a Publimetro su amigo, visitante y el encargado de su alimentación, Vaughan Smith. Agrega que Assange ‘se lleva bien con el personal de la embajada’.
Sin embargo, una fuente ecuatoriana señaló que la experiencia de tenerlo con ellos ha sido ‘difícil’. Assange ha sabido aprovechar muy bien este asilo, según nos comenta Kristin Hrafnsson, quien está a cargo ahora de WikiLeaks.
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‘El tiempo que ahorra en no viajar lo dedica a trabajar y obtiene mucho de esto’, nos revela. ‘Hemos tenido que mover al personal por todas partes para cubrir sus tareas, pero el material todavía está saliendo y nuestro trabajo no ha sido gravemente afectado’, dice el sucesor de Assange.
Este otrora rincón de tranquilidad del barrio de Knightsbridge de Londres ha sido afectado por la ahora constante vigilancia policial.
‘La mayoría de nosotros estamos desconcertados, no sé por qué está tan protegido, ni por qué gastamos tanto en él’, le comenta a Publimetro Karen Morgan Thomas, una vecina de la embajada ecuatoriana que agrega que las manifestaciones a favor y en contra de Assange son un constante fastidio.