La primera modernización importante en más de 20 años del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, el DSM-5, para muchos la “biblia” en la materia, se lanza este sábado en San Francisco durante la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA).
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Síndrome de acumulación, la adicción al juego y los efectos del cese del consumo de marihuana son algunos de los trastornos incorporados que figuran en la quinta revisión de este libro de referencia de la APA de 947 páginas.
Otras categorías fueron redefinidas, como el trastorno del espectro autista, que ahora es la única denominación de una serie de diagnósticos anteriormente independientes que solían incluir el síndrome de Asperger, el autismo y el trastorno desintegrativo infantil.
La revisión se basa en nuevos puntos de vista de la investigación desde la publicación de la última versión del manual en 1990 (DSM IV).
El libro ofrece a los expertos un lenguaje común para el diagnóstico de los trastornos mentales, y puede contribuir a determinar lo que está cubierto o no por el seguro de salud.
El director del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH, por su sigla en inglés), Thomas Insel, reconoció que muchos de los cambios son “polémicos”, pero dijo que “el producto final implica alteraciones en su mayoría modestas con respecto a la edición anterior”.
Sin embargo, el libro y sus cambios han generado mucha controversia. Los críticos dicen que puede hacer que ciertas situaciones comunes se vuelvan trastornos diagnosticables, lo cual puede dar lugar a la sobremedicación de la población.
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Eliminación de la exclusión de la pena
La primera versión del manual DSM, de 1952, describe la homosexualidad como un trastorno mental, un concepto que fue eliminado en 1973.
En la nueva versión, el trastorno de estrés post-traumático (PTSD) ya no se considera un trastorno de ansiedad, sino que se clasifica en el capítulo sobre los traumas y los trastornos relacionados con el estrés.
En un intento por reducir los diagnósticos incorrectos y la prescripción de medicación anti-psicótica para niños a partir de dos años, el manual creó una nueva categoría de “trastorno de desregulación del estado de ánimo perturbador”, para incluir la hostilidad y los arrebatos más allá de las rabietas regulares, pero no al nivel de un trastorno bipolar.
Otros cambios incluyen la eliminación de la exclusión de la pena, con lo cual las personas afligidas por la pérdida de un ser querido ahora pueden ser diagnosticadas como deprimidas.
La adicción al juego se incluye por primera vez en el capítulo sobre trastornos por sustancias, y los efectos del cese del consumo de marihuana son considerados como un síntoma de la enfermedad adictiva.
“Un diccionario”
La definición del trastorno de hiperactividad con déficit de atención se ha cambiado en los menores y en los adultos. En los menores se considera para quienes muestran síntomas antes de los 12 años en lugar de los siete, y en los adultos se requieren cinco síntomas para el diagnóstico en lugar de seis.
“Retrasar la edad de inicio y reducir el número de los síntomas en los adultos llevará a un diagnóstico más preciso”, dijo Jeffrey Newcorn, director de la División de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital Mount Sinai.
“A pesar de que sin duda habrá preocupación sobre que los nuevos criterios den lugar a un aumento de las tasas de predominio, los nuevos criterios deberían alinearse mejor con la realidad clínica y apoyar mejores prácticas de tratamiento”.
Por primera vez, el trastorno obsesivo-compulsivo tiene su propia categoría, e incluye el nuevo trastorno de acumulación (personas que acumulan basura, etc), así como el trastorno dismórfico corporal y la tricotilomanía, o tirones de pelo, que antes se consideraban trastornos del control de impulsos.
En medio de la discusión que genera el DSM, el más alto funcionario de salud mental estadounidense dijo que su papel como guía en el campo de la psiquiatría podría estar llegando a su fin.
“Aunque el DSM fue descrito como una ‘Biblia’ para este campo, es a lo sumo un diccionario que crea un conjunto de etiquetas y las define”, escribió Insel en un blog a finales de abril.
Agregó que el foco de la investigación médica debe estar en las nuevas investigaciones, no en los grupos de síntomas descritos en las categorías del DSM. “Los síntomas por sí solos rara vez indican el mejor tratamiento”, advirtió.