Jodi Arias, culpable de apuñalar a muerte a su exnovio en un escabroso caso que mantuvo en vilo a los estadounidenses, pidió el martes al jurado que le perdone la vida argumentando el bien que ella podrá hacer a la sociedad tras las barras, como por ejemplo donar su cabello.
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La mujer de 32 años, que previamente había dicho que prefería una sentencia a muerte a una cadena perpetua, enumeró las cosas positivas que logrará en prisión si es condenada de por vida y admitió que el asesinato fue “el peor error” de su vida.
“He comentado muchas veces que preferiría la pena de muerte a la cadena perpetua” dijo en una corte en Phoenix, Arizona (suroeste).
“Pero estoy aquí ahora y no puedo, conscientemente, pedirles una sentencia a muerte, eso sería equivalente al suicidio”, agregó.
Arias fue juzgada desde enero bajo la acusación de haber asesinado a su exnovio Travis Alexander (30 años) en junio de 2008 en un ataque frenético en que la asestó 27 puñaladas, un tiro en la cabeza y un corte en la garganta de oreja a oreja, que casi lo decapita.
Arias argumentó que actuó en defensa propia, pero el jurado la halló culpable de crimen premeditado y decidió la semana pasada que puede ser sentenciada a muerte porque su acción fue “especialmente cruel”.
Este martes dijo que si es condenada a prisión perpetua podrá promover el reciclaje, iniciar un club de lectura o donar su cabello a organizaciones caritativas para pacientes en quimioterapia.
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“Seguiré donándolo (el cabello) durante el resto de mi vida”, prometió.
También ofreció un recuento de su vida, mostró fotos de su infancia y su adolescencia y habló de su víctima: “Amé a Travis y me preocupaba por él. Llegó a ser el mundo para mí. Fue el peor error de mi vida. Es lo peor que he hecho jamás”.
“Antes de ese día, no le hubiera hecho daño ni a una araña. Todavía me cuesta creer que fui capaz de tanta violencia. Pero ahora sé que lo fui y lo lamentaré el resto de la vida”, dijo, luchando por contener las lágrimas.
Luego agregó que, de ser condenada a muerte, quienes sufrirán más por ello serán sus familiares.
“Les pido que por favor, por favor, no les hagan eso”, agregó.