“Estamos preparados para responder si las condiciones se deterioran o si nos lo piden”, declaró el portavoz George Little. “Hemos desplazado personal y equipamiento”.
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El Pentágono fue criticado en los últimos meses por no haber sabido desplegar a tiempo una fuerza para intervenir y responder al ataque contra el consulado en Bengasi que dejó cuatro muertos en septiembre de 2012, entre ellos el embajador estadounidense.
Estas fuerzas militares, que podrían eventualmente asegurar las instalaciones diplomáticas o la evacuación de diplomáticos, se posicionaron entre otros sitios en la base de la OTAN en Sigonella (Sicilia), agregó Little, sin más detalles.
El funcionario confirmó, en cambio, que una parte de su personal militar provenía de la base de Morón (España), donde fueron desplegados hace poco 500 marines que cuentan con MV-22 Osprey —un medio de transporte de soldados que despega como un helicóptero pero vuela como un avión—, además de aviones de reabastecimiento.
Washington ordenó el miércoles la salida de una parte del personal de su embajada en Trípoli, en respuesta al deterioro de las condiciones de seguridad luego del sitio a dos ministerios por parte de grupos armados.
El Reino Unido tomó una medida similar tras el atentado con coche bomba el 23 de abril contra la embajada de Francia en Trípoli, en el que fueron heridos dos franceses.
Dos atentados con explosivos contra dos comisarías el viernes en Bengasi (este) fueron una prueba más de la inseguridad recrudece en Libia, donde las autoridades, que tienen dificultades para instalar fuerzas de seguridad eficaces, se se midena a milicias armadas.