Estas nueve ovejas nacieron hace seis meses en el campo del Instituto de Reproducción Animal Uruguay (IRAUy).
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Fueron investigadores de esta organización sin fines de lucro, sumados a la Unidad de Animales Transgénicos y de Experimentación del Instituto Pasteur de Montevideo (IPM), quienes alcanzaron tal logro biomédico de magnitud internacional luego de dos años de trabajo.
La sustancia con la que se logró la hazaña pertenece a una medusa y se coloca en muchos animales de experimentación con fines científicos.
‘Es una proteína que es fácilmente identificable en el individuo. Se utiliza hace años como marcador y nosotros la usamos en este caso para saber fácilmente si los animales eran portadores de ese gene y comprobar el éxito de la técnica’, explicó Alejo Menchaca, veterinario fundador de IRAUy y responsable del estudio.
Según el sitio lavoz.com.ar, la transgénesis lograda por los uruguayos no tiene ninguna utilidad, sólo sirve para mostrar que tuvieron éxito con la técnica y para saber si el animal que nació es transgénico o no gracias a la luminiscencia de su piel.
Sin embargo, los investigadores señalan que más adelante se podría aplicar la misma técnica para que las ovejas produzcan leche con insulina u hormona de crecimiento humanas. ‘No ganamos nada desde el punto de vista económico, pero esto puede serle útil a otro investigador en cualquier parte del mundo. Así es como funciona el desarrollo científico’, concluyó Menchaca