El presidente Barack Obama aseguró este viernes a las víctimas de la explosión de una planta de fertilizantes en Texas que no serán olvidadas, luego de una semana en la que la atención de los medios de comunicación estuvo focalizada en los atentados de Boston.
PUBLICIDAD
“Tenemos también una colectividad en el estado de Texas que fue devastada por un terrible accidente”, declaró Obama al concluir en la noche del viernes una intervención consagrada en gran parte a la captura en los suburbios de la capital de Massachusetts del segundo sospechoso de los ataques con bombas del lunes.
Dirigiéndose a los habitantes de la ciudad de West, en Texas, Obama afirmó que “no serán olvidados”.
La gigantesca explosión producida en ese estado del sur del país dejó hasta este viernes un saldo de 12 muertos, según anunciaron las autoridades locales, que precisaron que prosiguen las operaciones de búsqueda de otros cuerpos y de sobrevivientes. Un diputado del estado dijo que podría haber hasta 60 desaparecidos, pero esa cifra no fue confirmada por fuentes oficiales.
Obama, que decretó el viernes el estado de emergencia en Texas para liberar fondos de asistencia del Estado federal, dijo que con los hechos de Boston y West Estados Unidos había vivido “una semana difícil”, pero remarcó que el país tiene “carácter” suficiente como para superarlos.