Un equipo internacional de astrónomos descubrió, con la ayuda del telescopio espacial estadounidense Kepler, dos planetas que se encuentran fuera del sistema solar y que son los más similares a la Tierra jamás vistos, donde podría potencialmente existir vida, según trabajos publicados este jueves.
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“A partir de lo que podemos observar, es decir, sus radios y la duración de su órbita en torno a una estrella, esos dos exoplanetas son los objetos más similares a la Tierra que hemos encontrado nunca”, explica Justin Crepp, astrofísico de la Universidad de Notre Dame, uno de los autores de este estudio publicado en la revista estadounidense Science.
Los dos planetas, bautizados “Kepler-62 e” y “Kepler-62 f” forman parte de un sistema estelar de cinco planetas con un radio de 1,41 y 1,61 veces el de la Tierra respectivamente.
Estos se encuentran igualmente a un distancia habitable de su estrella, Kepler-62, donde la temperatura es ni muy calurosa ni muy fría, lo que permitiría la existencia de agua en un estado líquido, precisan los astrónomos.
Los dos exoplanetas son los más alejados de su estrella entre los cinco del sistema y reciben rayos similares a los de Venus y Marte por parte del sol.
Su tamaño hace pensar que ambos han sido rocosos como la Tierra o formados de agua helada, aunque los científicos no saben si sus superficies son rocosas o presentan aguas, o si cuentan con atmósferas que podrían albergar vida.
Pero su ubicación y tamaño sugieren que “podrían posiblemente estar formados por compuestos condensables y ser sólidos, ya sea como una rocosa superTierra seca o compuestos por una cantidad importante de agua”, afirmó el estudio.
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Otras investigaciones mostraron que los planetas con un radio inferior a 1,6 veces el de la Tierra tienen una densidad compatible con la de una composición rocosa.
Los astrónomos detectaron los exoplanetas midiendo la disminución de la intensidad luminosa de la estrella cuando los planetas pasan ante ella.
Justin Crepp detectó una sombra en la estrella Kepler-62 hace un año, a lo que siguieron mediciones detalladas durante meses para confirmar esta observación.
El hecho de que el sistema estelar cuente con cinco planetas “fue verdaderamente una ayuda muy valiosa” para confirmar este descubrimiento al ofrecer muchas referencias, señala el astrofísico.
A finales de 2011, la NASA confirmó el descubrimiento del primer exoplaneta en la zona habitable de un sistema estelar conocido como “Kepler 22 b”, que orbita alrededor de una estrella (Kepler-22) situada a unos 600 años luz de nosotros (un año de luz corresponde a 9,460 billones de kilómetros).
Pero dada su gran dimensión, con un radio 2,4 veces más grande que el de la Tierra, los astrónomos no están seguros de su composición.
Lanzado en 2009 por la NASA, el telescopio Kepler escruta más de 100.000 estrellas que se parecen a nuestro sol situadas en las constelaciones de Cygnus y la Lyra. Tiene como misión buscar planetas hermanos de la Tierra y que podrían albergar vida en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Kepler ha detectado y confirmado hasta el momento más de 60 de estos exoplanetas.