El futuro genera incertidumbre. Y frente al cambio climático, en Lima el abastecimiento de agua es una preocupación para los próximos años. Por eso ayer los organismos involucrados en asegurar los recursos hídricos firmaron un plan de acción inicial.
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El encuentro, promovido por Lima-Water (LiWa), proyecto financiado por el Ministerio de Educación e Investigación de Alemania, contó con la presencia de representantes de Sedapal, Sunass, la Municipalidad de Lima, la Autoridad Nacional del Agua, Senamhi y organismos civiles.
Entre los objetivos que se buscan está la reducción del 10% del consumo de agua en los próximos diez años a partir de campañas masivas de difusión y sensibilización. Y otra, que alcanzaría a todos los ciudadanos, es la aplicación de tarifas sostenibles.
El sinceramiento de los costos de inversión y operación del sistema de agua, si bien tendría un impacto negativo inmediato en la población, es urgente debido a los elevados costos empresariales de Sedapal.
En la actualidad, el valor del metro cúbico (m3) es de 2,65 soles en Lima, con un sistema de subvención cruzada que no incluye costos ambientales. ‘Se reconoce el derecho fundamental de acceso al agua, pero también está la toma de conciencia sobre el valor completo del recurso. La tarea es enfrentar estos dos retos que parecen enfrentados’, explicó Paul.
Lehmann del Centro Helmholtz UFZ de Alemania. Según Lehmann, de seguirse con el actual régimen de pago, al año 2040 el metro cúbico tendría un valor de S/.2,94 soles en Lima. Con esa cifra, Sedapal no podría generar recursos suficientes para sostenerse. Sin embargo, a causa del cambio climático y la atención de sus consecuencias, el precio del metro cúbico al 2040 debería ser de S/.5,40.
Esto generaría conflictos sociales, por lo que la tabla de tarifas debería empezar a variar en un futuro no muy lejano. Una opción es hacerla diferenciada por sectores socioeconómicos y creando una subvención especial para los más pobres.
