En un debate muy esperado, la Corte Suprema de Estados Unidos examinará el próximo martes y miércoles el muy controvertido tema de la legalización del matrimonio gay, tanto a escala estatal como nacional.
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Por un lado, los homosexuales legalmente casados reclaman recibir los mismos derechos que las demás parejas casadas. Por otro, las parejas del mismo sexo que gozan de los mismos beneficios que los heterosexuales casados cuestionan por qué se les prohíbe la institución del matrimonio.
La máxima instancia judicial de Estados Unidos, que tiene la última palabra sobre las grandes cuestiones de la sociedad, analizará dos recursos, llegados de ambos extremos del país, para responder al tema de la legalización del matrimonio gay.
El matrimonio gay , prohibido en 41 de los 50 estados, ha obtenido un récord de 58% de opiniones favorables de los estadounidenses. Y, al igual que el presidente Barack Obama , varias personalidades de la política, la economía, el entretenimiento y el deporte lo han respaldado públicamente.
“Cualquiera que sea la decisión, suscitará una enorme atención”, dijo a la AFP Thomas Keck, profesor de la Universidad de Siracusa, en el estado de Nueva York (norte).
La Corte Suprema, de mayoría conservadora, analizará en primer lugar el martes el caso que, según todos los expertos, allana el camino para la legalización tarde o temprano del matrimonio gay en todo el país: la prohibición del matrimonio homosexual en la Constitución de California. Aprobada por referéndum, esta “Propuesta 8” afirma que el matrimonio está reservado a “un hombre y una mujer”.
En este estado de la costa oeste, donde el matrimonio gay llegó a estar brevemente permitido, los gays y las lesbianas sólo pueden vincularse legalmente a través una unión civil, con la cual sin embargo gozan de los mismos derechos que las parejas casadas.
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Este es también el caso en otros ocho estados, donde el gobierno de Obama ha solicitado a la Corte Suprema legalizar el matrimonio gay.
“En estos estados, es razonable llegar a la conclusión de que la etiqueta del matrimonio se le niega a parejas del mismo sexo con el fin de estigmatizarlos por su orientación sexual”, dijo la abogada Elizabeth Wydra, del Centro para el respeto de la Constitución (CAC, por sus siglas en inglés).
Pero también es “posible” que la Corte Suprema “tome una decisión más categórica y decida que la Constitución garantiza la igualdad de todos ante el matrimonio, ya que protege de la discriminación, sean una persona blanca o negra, hombre o mujer, homosexual o heterosexual”, dijo la experta a la AFP.
Legalmente casados, pero sin derechos Los nueve jueces de la Corte Suprema estudiarán el miércoles el segundo caso: la ley federal de Defensa del Matrimonio (conocida como DOMA), que desde 1996 define a nivel nacional el matrimonio como una institución “entre un hombre y una mujer”. En su Sección 3, la ley prohíbe de hecho a las parejas del mismo sexo casadas legalmente en nueve estados y en la capital Washington, tener los mismos derechos que a las parejas casadas de distinto sexo.
En este caso, la demandante Edith Windsor, una homosexual legalmente casada en Canadá, tuvo que pagar 363.000 dólares de derechos de sucesión al morir su esposa, que ella no hubiera tenido que pagar si se hubiera casado con un hombre.
En una situación sin precedentes, el gobierno de Obama pidió la derogación lisa y llana de la Sección 3 de la DOMA , la cual declaró inconstitucional. Así lo hicieron también el expresidente Bill Clinton, que promulgó la ley, y su esposa Hillary.
La DOMA no será entonces defendida más que por un grupo de republicanos en la Cámara de Representantes, y por iglesias u organizaciones conservadoras.
“El matrimonio siempre ha sido entendido en el derecho estadounidense como una unión de personas del sexo opuesto, debido a la procreación, ¿por qué cambiarlo ahora?”, dijo a la AFP Paul Linton, abogado del Consejo de Investigación Familiar (FRC, por sus siglas en inglés), una organización cristiana sin fines de lucro y un centro de reflexión política.