El gobierno brasileño lanzó el martes una campaña para prevenir la obesidad, un problema que le cuesta anualmente cerca de 250 millones de dólares por el tratamiento de enfermedades asociadas al exceso de peso, informó el ministro de Salud, Alexandre Padilha.
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“Este es el momento en que Brasil debe actuar, en todas las áreas, prevención y tratamiento, en todas las edades y clases sociales”, dijo Padilha al presentar un estudio de la Universidad de Brasilia sobre lo que gasta el gobierno para tratar enfermedades relacionadas con la obesidad.
La campaña lleva a los centros de salud básica la prevención de la obesidad y el exceso de peso, ofreciendo a la población informaciones para una alimentación saludable y también lugares físicos donde ejercitarse.
“Debemos cuidar de la calidad de vida, ofrecer nuevos caminos como alimentación adecuada y actividad física”, dijo el ministro.
El gobierno también ha facilitado los trámites para operaciones de reducción de estómago en los casos de obesidad más graves.
Para mejorar la dieta de los brasileños, el gobierno firmó un acuerdo con la industria de alimentación para reducir gradualmente la cantidad de sodio en los alimentos procesados.
El exceso de peso y la obesidad han aumentado sensiblemente en Brasil.
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Un informe de 2011 reveló que la proporción de personas con sobrepeso en el país avanzó de 42,7% en 2006 a 48,5% en 2011, es decir, casi la mitad de los 194 millones de habitantes.
En el mismo período, el porcentaje de obesos pasó de 11,4% a 15,8%.