Por primera vez en Perú, la multinacional Walt Disney, la marca mundial del entretenimiento, ha asumido el compromiso de combatir la deforestación, al comprar 3,5 millones de dólares en bonos de carbono para evitar la destrucción de un bosque en la región amazónica peruana.
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La zona escogida es el Bosque de Protección Alto Mayo (BPAM), en el departamento de San Martín (noreste), de una extensión de 180 000 hectáreas, una zona de amplia diversidad biológica con 23 especies de flora y fauna en extinción, y donde habitan unas 1.500 familias campesinas.
“Se trata de la primera área protegida en el Perú y, a nivel mundial, que ya está vendiendo bonos de carbono para actividades en favor del área protegida”, dijo a la AFP Luis Espinel, director de la ONG Conservación Internacional (CI), que administra el bosque.
“El objetivo que comparte Disney es frenar el ritmo de deforestación en esa área natural protegida, que tiene una de las tasas más altas de deforestación en el país”, subrayó.
El proyecto iniciado en 2009 fue aprobado este año por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) y dio lugar a la compra por parte de Disney de los bonos de carbono mediante el sistema REC (reducción de emisiones de carbono), informó a la AFP Pedro Gamboa, jefe de Sernanp.
“El monto que ha aportado Disney ha sido de 3,5 millones de dólares por la adquisición de 437.500 bonos, a un precio de ocho dólares por bono, un precio superior a su valor en el mercado internacional que es de un dólar”, anotó Gamboa al precisar que cada bono equivale a una tonelada de carbono capturada.
La totalidad de los recursos obtenidos son destinados a la sostenibilidad financiera del área protegida.
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“Con la adquisición de bonos, Disney de manera voluntaria decidió compensar sus emisiones de carbono por sus actividades de entretenimiento que realiza en todo el mundo y prefirió hacerlo en un área protegida de Perú donde hay población y biodiversidad importante”, explicó Espinel, responsable de CI.
Organismos internacionales certificaron que la deforestación y degradación del bosque del Alto Amazonas, provocadas por el ingreso de colonos, genera 2,8 millones de toneladas de carbono a consecuencia de la tala y quema de árboles que realizan migrantes que llegan desde Los Andes a la selva, indicó Espinel.
“Con este proyecto se ha evitado que todo ese volumen de carbono se lance a la atmósfera”, añadió.
Espinel hizo notar que con los ingresos aportados por Disney se elaboraron mecanismos de protección del bosque, como el reforzamiento del control y vigilancia con un mayor número de guardaparques y la mejora de la infraestructura.
Detalló que un componente importantes son los acuerdos de conservación con las familias campesinas, mediante los cuales se les brinda ayuda para mejorar sus sembríos, principalmente de café, entrega de cocinas mejoradas, herramientas, cursos de educación ambiental y otros beneficios “a condición de que no incurran en deforestar el área protegida”.
Adicionalmente, técnicos agrarios recorren la zona semanalmente para dar asistencia técnica.
“Hemos firmado 240 acuerdos con igual número de familias para que se conviertan en aliados en el combate a la quema y destrucción de la zona”, dijo.
Gamboa, jefe de Sernanp, enfatizó que “la única manera de proteger el bosque es firmar alianzas con las comunidades, dándoles alternativas técnicas para que puedan tener ingresos y entiendan que protegiendo el área se benefician”.
La ONG Conservación Internacional tiene un compromiso para actuar en el Alto Mayo por cinco años, pero el contrato de administración es renovable por 20 años.
“Si dejamos el bosque vuelve la deforestación, por eso, luego del acuerdo con Disney, buscaremos otras empresas para venderles los bonos”, anotó el responsable de la ONG.